Una ley para salvar la deuda, ¿pero no para detectar presuntas irregularidades?

EUROPA PRESS

Pamplona —

¿La ley de Osasuna, que permitió reestructurar su deuda, no detectó las irregularidades ahora denunciadas en las cuentas? El consejero portavoz del Gobierno de Navarra, Juan Luis Sánchez de Muniáin, ha afirmado que el Ejecutivo “no tiene conocimiento de todas las irregularidades” que se investigan en torno a Osasuna y ha manifestado que comparte “la tristeza y la indignación” que esta situación está generando entre los ciudadanos. Eso sí, ha separado ambos procesos.

En la rueda de prensa tras la sesión de Gobierno, Sánchez de Muniáin ha mostrado la “preocupación” por la situación de Osasuna y ha solicitado a los rectores del Club que “dispensen la máxima colaboración con la Justicia y las autoridades deportivas para esclarecer todos los hechos y para que se delimiten todas cuantas responsabilidades correspondan”.

El consejero ha abogado por “delimitar” los aspectos relacionados con Osasuna y ha añadido que “una cosa es cumplir una ley que, además es necesaria por contribuir a un control y a que esta institución abone el pago de la deuda pendiente con la Hacienda foral” y otra cosa son las “irregularidades que se detecten en el seno del Club”, que las “tiene que aclarar el Club cuanto antes ante los organismos correspondientes”.

Preguntado si conocía el Gobierno de Navarra que existía una investigación por parte de la Liga de Fútbol Profesional, Sánchez de Muniáin ha señalado que no le consta dicha investigación y ha añadido que el Ejecutivo “no tenía conocimiento de todas las irregularidades que se están detectando”.

“Tristeza” e “indignación”

Según ha dicho, sí conocía el Ejecutivo que “se están haciendo auditorías, algunas de ellas encargadas por el propio Gobierno de Navarra”. “Había otras auditorías en marcha, tanto las que suministraba el Club como otras que se notificaba que estaban haciendo los organismos deportivos”, ha dicho.

El portavoz del Ejecutivo ha manifestado la “tristeza” y la “indignación” en torno a esta situación ya que se trata de “una institución apreciada y querida”. “Sólo puede ser reparada si se investiga hasta el final, si se averiguan todas las irregularidades, se cuantifican y se delimitan sus responsables y se exigen las responsabilidades oportunas”, ha opinado.