Los ayuntamientos navarros que en 2015 cambiaron de color político, después de años de hegemonía de Unión del Pueblo Navarro y Partido Socialista, han visto como en 2019 esa alternativa perdía posiciones en muchos casos en favor de Navarra Suma y otros con la llave de los futuros gobiernos locales en manos de los socialistas.
Entre 272 entes locales, al margen de los concejos, son muchas las variaciones que se han registrado con respecto a las anteriores elecciones, pero las más significativas son las que corresponden a los municipios de mayor tamaño.
Así, junto a Pamplona, donde Navarra Suma queda al borde de la mayoría absoluta, y Tudela, donde la ha conseguido, hay otros consistorios como Barañáin, Burlada o Noain en los que la plataforma de UPN, PP y C's ha logrado hacerse con la mayoría frente al cuatripartito (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E).
En otros, como Estella, Tafalla o Huarte las fuerzas del cambio aún tienen opciones pero vinculadas a una abstención del PSN, partido éste que al final resultará ser la llave para conformar no pocos gobiernos locales ya que de su voto dependerá también que Navarra Suma pueda gobernar en otras localidades como Berrioplano o el Valle de Egüés.
Además hay otros hay ayuntamientos en los que las fuerzas mayoritarias del cambio han logrado mantener posiciones, como es el caso de EH Bildu en Villava, o donde han mejorado, como Geroa Bai en Alsasua, donde ha conseguido 10 de los 13 concejales en juego, cuando en 2015 tenía 5, y EH Bildu en Baztán, que ha subido de 4 a 6 y queda a uno de la mayoría absoluta.