Casado 'pincha' en su intento de organizar una convención que amplíe la base política del PP

Aitor Riveiro

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Pablo Casado anunció en junio una convención política para relanzar su proyecto al frente del PP. Entre sus intenciones estaba la de “ensanchar” la base política y social del partido. “Desde nuestra izquierda y desde nuestra derecha, alrededor de un proyecto razonable y centrado en lo que España necesita”, dijo el presidente del PP entonces. Pero esa idea original ha quedado deslucida. El exportavoz de Ciudadanos Juan Carlos Girauta; el fundador de Vox, Alejo Vidal-Quadras; y el ex secretario general de CCOO José María Fidalgo representan toda la incorporación que los de Casado han logrado para el evento, que tendrá su cierre en Valencia el fin de semana del 2 y 3 de octubre. La presencia internacional tampoco será muy destacada y ni siquiera los expresidentes Aznar y Rajoy harán sombra a Casado en el acto de cierre del evento, en la plaza de toros valenciana. Una suerte de bautismo al que se someten todos los líderes del PP.

Vidal-Quadras y Girauta, de hecho, ya fueron del PP en el pasado. El primero llegó a ser líder del partido en Catalunya, cuando prefería que le llamaran “Aleix”, antes de romper con la dirección estatal y fundar Vox. En 2019, ya fuera de la dirección del partido de ultraderecha, aseguró que si Casado volvía “al PP auténtico”, no “descartaría una convergencia con Vox”.

Girauta fue militante y candidato del PP en Catalunya, sin lograr representación, después de pasar por el PSC y antes de recalar en Ciudadanos. Será el único representante de la ejecutiva que comandaba Albert Rivera. Durante semanas se ha especulado con que el expresidente de Ciudadanos asistiera a la convención, pero no lo hará. Tampoco quien fuera su número dos, José Manuel Villegas.

Fuentes de la dirección del PP niegan que se haya producido una invitación formal, e incluso aseguran que nunca estuvo previsto que Rivera acompañara a Casado en el evento. Las mismas fuentes señalan que la relación con ambos es “fluida”, pero niegan la mayor. “No sabemos quién ha puesto esto en circulación”, zanjaban las mismas fuentes sobre la posible asistencia del exdiputado.

En cuanto a Fidalgo, el que fuera líder del mayor sindicato de España durante el segundo Gobierno de José María Aznar y el primero de José Luis Rodríguez Zapatero ha coqueteado desde su dimisión con la derecha política. Su nombre se barajó en algún momento como candidato de UPyD, ha participado en múltiples actos de FAES, la fundación próxima al PP que preside José María Aznar, y de hecho acompañó al expresidente en la presentación del segundo volumen de sus memorias.

Fuentes del PP aseguran que en las “más de 400” mesas previas preparatorias de la convención sí han participado intelectuales y personas del ámbito progresista, aunque estas sesiones eran “a puerta cerrada” y “en privado”. No por petición de los interesados, sino porque suele hacerse así.

Más allá de las ideologías, otro de los fiascos para Casado ha sido la negativa de las cuatro asociaciones judiciales a asistir a la convención. En plena guerra del PP con los partidos del Gobierno y sus aliados por la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), bloqueada desde hace más de 1.000 días, los conservadores trataron de apuntarse el tanto de contar con el espaldarazo de los representantes de los jueces. Tal y como informó El País, las cuatro se negaron.

Aznar y Rajoy, separados y entre semana

La convención en sí durará una semana, con mesas sectoriales en diferentes ciudades cada día. El arranque será el próximo lunes en Santiago de Compostela, donde Pablo Casado compartirá escenario con Rajoy. El expresidente del Gobierno apenas se ha prodigado en espacios públicos desde la moción de censura que terminó de forma abrupta con su mandato, salvo algún acto con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Junto a su sucesor debatirán sobre “progreso y empleo”.

El otro expresidente del PP, José María Aznar, participará en la convención en un acto en Sevilla programado para el 30 de septiembre y donde charlará con el actual líder del partido sobre “fortalecimiento institucional”. Aznar mantiene una dura posición ideológica que se ha ido escorando hacia la derecha cada vez más y que estaba en sintonía con la de Casado cuando se hizo con el mando del PP, hasta que en el verano de 2020 se produjo el intento de viraje estratégico para centrar al partido, lo que provocó la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo y el enfado de Esperanza Aguirre, según desveló ella misma en una entrevista en El Mundo en la que calificó de “chiquilicuatres” a algunos de los actuales dirigentes del partido.

Ambas han defendido públicamente a Isabel Díaz Ayuso, que ha protagonizado un enfrentamiento con Casado por el congreso regional del PP de Madrid y que amenazó con no asistir a la convención. Finalmente sí irá, y participará el sábado en una mesa con otros presidentes autonómicos. Álvarez de Toledo y Aguirre no asistirán. Aznar, quien ha apoyado en público la estrategia de presencia nacional de Ayuso, sí respaldará a Casado.

Ninguno de los dos estará en el cierre de la convención. Tampoco Girauta o Vidal-Quadras, que participarán el próximo martes en el acto previsto en Valladolid para hablar sobre nacionalismo.

En cuanto a la presidenta madrileña, su gira por EE UU le impedirá estar el miércoles 29 en Madrid para asistir a una jornada sobre la “libertad como centro de la política frente a colectivismos y populismos” en la que se abordarán, entre otros, asuntos como el “feminismo liberal”, contrario, según fuentes de la dirección del PP, “al de izquierdas”.

La previa de la convención se cerrará en Cartagena (Murcia) el 1 de octubre, con una mesa centrada en “la igualdad de oportunidades en la sociedad”.

Presencia internacional rebajada

La convención política también contará con la presencia de numerosos mandatarios y exmandatarios internacionales, pero con un relumbrón limitado. El único mandatario nacional europeo en activo que asistirá será el primer ministro austriaco, Sebastian Kurz, quien llegó a la Cancillería de la mano de la ultraderecha del FPÖ.

Kurz será el telonero de Casado en el cierre de la convención en la plaza de toros de Valencia junto al presidente del PP autonómico, Carlos Mazón. En los días previos, otros viejos referentes de la derecha internacional participarán de alguna forma en el evento. Entre otros, lo harán el actual vicepresidente de la Comisión Europea y comisario, Margaritis Schinas; el ex secretario general de la OTAN y ex primer ministro de Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen; el presidente del PPE, ex primer ministro de Polonia y del Consejo Europeo, Donald Tusk; el ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy; el ex primer ministro de Portugal y ex presidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso o los ex presidentes de México y Colombia Felipe Calderón y Andrés Pastrana.

El caso más llamativo es el de Sarkozy, acorralado por los escándalos de corrupción en Francia y condenado a tres años de cárcel el pasado mes de marzo. Desde el PP han justificado su presencia en que la invitación se produjo “antes” de la resolución judicial.

En el lado de las ausencias destaca la de quien ese 3 de octubre será ya excanciller alemana, Angela Merkel, y la de su sucesor, quizá al frente del Gobierno alemán pero seguro como líder de la CDU, Armin Laschet. Ese día, recuerdan desde el PP, se celebra el día nacional de Alemania, lo que ha impedido cuadrar las agendas.

Pero tampoco ningún otro líder de la derecha europea asistirá a la convención. Ni quienes gobiernan en los países del Este de Europa, que se han alineado en el llamado Grupo de Visegrado y que encabezan las posiciones más extremas dentro de la UE. Ni tampoco de otros países con perfiles más moderados.