Los responsables de tráfico de los gobiernos catalán y vasco se han mostrado hoy partidarios de que el uso del casco de la bicicleta en ciudad sea obligatorio para los menores de 16 años.
Garbiñe Sáez Molinuevo, directora de Tráfico del Ejecutivo vasco, y Joan Josep Isern, máximo responsable del servicio catalán de tránsito, han comparecido en la comisión de Seguridad Vial del Congreso para ofrecer su opinión sobre el uso del casco en ciudad.
La Dirección General de Tráfico ha querido que este asunto se debata en la Cámara antes de incluirlo en el nuevo Reglamento de Circulación y, aunque su responsable, María Seguí, es partidaria de la obligatoriedad del casco en las urbes (en carretera ya lo es), la polémica que suscitó este asunto decidió a la DGT a proponer ese debate en las Cortes.
Hoy le ha tocado el turno a estas dos comunidades autónomas y a concejales de algunos ayuntamientos.
Isern ha sido tajante y ha propuesto la obligatoriedad de ese elemento de seguridad para los menores de 16 años. Pero además ha abogado por que se imponga la utilización del casco a aquellas personas, sea cual sea su edad, que utilicen la bicicleta como medio de transporte laboral en misión.
También se ha referido al alquiler de bicis, el denominado bicing, un servicio por el que Barcelona ha apostado de forma decidida, y ha dicho que aunque la edad de su utilización sea por encima de los 18 años, ha expresado la conveniencia de que haya una franja entre los 16 y los 18 años para que pueda usarse con autorización paterna.
Una autorización que también debe incluir si el joven debe usar o no el casco.
Desde el Gobierno Vasco, Sáez Molinuevo ha calificado de “positiva” la propuesta de imponer el casco a menores de 15 o 16 años, y ha subrayado que en el resto de la franja de edad deberán ser los ayuntamientos los que dicten su correspondiente ordenanza municipal.
“Quién mejor que ellos, que conocen sus calles, su urbanismo y la distribución de sus distintas ciudades”, ha apostillado.