La Comisión Europea (CE) recalcó hoy que si finalmente se da luz verde a la liberalización de visados para los ciudadanos turcos, se incluirá un freno de emergencia que permita suspender la medida en caso de que Ankara no respete los requisitos necesarios.
“Tenemos una cláusula de seguridad en nuestro reglamento de visados que permite suspender los viajes sin visado en determinadas condiciones”, subrayó en rueda de prensa la portavoz comunitaria Mina Andreeva, quien incidió en que el proceso de liberalización debe ser “condicional”.
De esta manera, cualquier permiso para que los ciudadanos turcos viajen a la Unión Europea (UE) sin tener que solicitar un visado puede ser “retirado o suspendido si las condiciones no se cumplen”, añadió la portavoz.
Este miércoles la CE presentará a su colegio de comisarios un informe de evaluación sobre Turquía, en el que se revisará el cumplimiento de los 72 requisitos que se exigen al país para poder permitir a sus ciudadanos viajar a territorio comunitario sin visado.
El colegio de comisarios europeos decidirá entonces “si proponer o no la liberalización para ciudadanos turcos”, en palabras de la portavoz comunitaria.
La UE y Turquía firmaron un pacto en marzo pasado dirigido a contener la inmigración irregular hacia el bloque comunitario que incluía contrapartidas para Ankara como acelerar el proceso de liberalización de visados para finales de junio.
“La CE ha estado trabajando con Turquía para asegurarse de que las condiciones pendientes para la hoja de ruta de la liberalización de visados se cumplen”, explicó Andreeva.
La portavoz consideró que “Turquía ha realizado grandes esfuerzos en las últimas semanas y días para cumplir los criterios, incluyendo por ejemplo la extensión de la legislación para dar acceso al mercado de trabajo a los refugiados sirios”.
Los progresos han continuado durante el fin de semana, y Bruselas los tendrá en cuenta en el informe que presentará el miércoles, subrayó.
La portavoz no quiso precisar si Turquía cumple ya los requisitos relativos a la recogida de datos biométricos, una de las cuestiones pendientes a las que se dio más importancia en el último informe de evaluación de la CE.
Algunos medios de comunicación aseguran que los servicios de inteligencia y las unidades antiterroristas comenzaron ya a finales de febrero a revisar los datos biométricos recogidos en las tarjetas de residencia de los más de 2,5 millones de sirios que viven en Turquía.
La CE tiene previsto, también para este miércoles, llevar al colegio de comisarios su propuesta de reforma del reglamento de Dublín, que regula el sistema de asilo comunitario.
Bruselas propuso el mes pasado dos opciones de reforma para abrir el debate con las demás instituciones comunitarias: mantener las normas actuales añadiendo un “mecanismo de corrección” para casos de emergencia o crear un nuevo sistema basado en un reparto permanente sobre la base de una clave de distribución preestablecida.
La propuesta del miércoles serán una solución intermedia, según informa hoy el diario “Financial Times”, que apunta a que la Comisión optará por mantener la regla de que el país de entrada en la UE es el encargado de gestionar las demandas de asilo, pero cuando este país reciba un 150 % más de solicitudes de las que puede gestionar, se activará automáticamente un sistema de cuotas.
La tercera cuestión que la CE propondrá el miércoles es la extensión de los controles internos en el área Schengen, como ya adelantó el pasado 4 de marzo, recordó la portavoz comunitaria.
Este paso permitirá a países como Alemania, Suecia y Austria extender, en principio otros seis meses, los controles internos que ya realizan como medida excepcional adoptada a raíz de la crisis migratoria.