Se trata de una proposición no de ley presentada por el Grupo Popular y que ha contado con el apoyo del PSOE, que ha lamentado no obstante que la iniciativa no fuera algo más ambiciosa. Izquierda Plural ha votado en contra, mientras que CiU ha optado por la abstención y el PNV ni siquiera ha querido participar en la votación.
En el debate, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha tildado la iniciativa de “pelota y sin chicha”, mientras que el representante de CiU Joan Guillaumes la ha calificado de propuesta “botafumeiro para dar incienso” al Gobierno y presumir de que está haciendo bien las cosas.
La iniciativa pide al Gobierno que aproveche su presencia en el máximo órgano decisorio mundial en materia de paz y seguridad para defender los Derechos Humanos y promover la lucha contra el terrorismo “en todas sus formas, especialmente en aquellos casos en que representa una amenaza a la paz y seguridad internacionales”, así como que se escuche a las víctimas.
También le reclama que siga profundizando en la reforma de los métodos de trabajo del Consejo de Seguridad para lograr un órgano más representativo, transparente, eficaz y responsable, y que ejerza un papel destacado en la mediación en conflictos.
La proposición no de ley urge al Gobierno a llevar al Consejo de Seguridad los asuntos de género, especialmente aquellos relacionados con el papel de las mujeres en la resolución de conflictos, y a que impulse la no proliferación de armas de destrucción masiva.
También le pide que defienda el establecimiento de marcos de participación para tomar en consideración las nuevas amenazas, como el cambio climático o las que afectan a la ciberseguridad, y que consolide la política de comunicación que está llevando a cabo el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación sobre la actividad de España en el Consejo de Seguridad.