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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

El primer discurso navideño del rey: Felipe VI prepara su distancia con la infanta Cristina

Hasta hace bien poco, los discursos navideños del rey podía redactarlos un alumno de primaria sin que España saltase por los aires. Para que todos pudiésemos tomarnos el turrón con calma, bastaban unas referencias obligadas a los que menos tienen o sufren enfermedad, unas palabras de cariño dirigidas a las víctimas del terrorismo y la consabida alusión a “la unidad indisoluble de la nación española”. Las cosas han cambiado y el nuevo rey, Felipe VI, se enfrenta a su primer discurso navideño con la imperiosa necesidad de soltar lastre y distanciarse de su hermana, la infanta Cristina, cada vez más cerca del banquillo de los acusados.

Todo está muy lejos en este diciembre de 2014 del “orgullo y satisfacción” con el que el jefe del Estado acostumbraba a postrarse ante las cámaras para dar el pistoletazo de salida a la ingesta de langostinos y otras viandas propias de estas fechas para quien pueda permitírselo. Esta vez, Felipe VI lo va a tener mucho más complicado y la Casa Real trabaja para evitar el fiasco.

Nunca antes un rey tuvo que esperar por un juez para redactar un discurso. Sin embargo, en esta ocasión el equipo de Felipe VI ha agotado los plazos hasta conocer al detalle las intenciones del juez Castro con la infanta Cristina antes de grabar el tradicional mensaje navideño.

El juez Castro comunicó su auto este lunes y anunció, a través de él, su intención de sentar a la hermana del rey en el banquillo de los acusados por delitos fiscales que podrían reportarle hasta ocho años de cárcel. La Casa del Rey ha tomado buena nota y todos esperan encontrar esta noche referencias expresas a la corrupción en torno al Instituto Nóos, además de un previsible paso atrás por parte de la infanta anunciando su renuncia a los derechos dinásticos.

Todo es misterio en Zarzuela. A preguntas de eldiario.es, ni confirman ni desmienten la posibilidad de que esa renuncia se haga efectiva en torno al mensaje de Felipe VI. Por no aclarar, ni se comenta el momento exacto en el que ha sido grabado el mensaje navideño con la única e irónica pista de que “estará listo para ser emitido a las nueve de la noche del día 24”, según señala una fuente oficial de Zarzuela consultada por esta redacción.

La necesidad de marcar distancias

“La justicia es igual para todos”, dijo el rey Juan Carlos en su mensaje de 2011. Ahora los analistas coinciden en que Felipe VI tiene que dar un paso más rotundo y menos ambiguo. Se trata de marcar distancias y, al hacerlo, blindar a la monarquía del estado general de crítica hacia las instituciones.

En Zarzuela consideran un éxito el proceso de relevo en la monarquía y el entorno del rey analiza con agrado las encuestas que indican que, tras la abdicación, no eran mayoritarias las voces que reclamaban un referéndum para decidir el modelo de Estado.

Al rey le sucede en esta ocasión algo parecido a lo que sufrió Rajoy con Ana Mato. Los hechos judiciales y su agenda de discursos están demasiado pegados en el tiempo como para no hacer nada. Mientras que el presidente del Gobierno decidió cesar a la ministra para poder ir al día siguiente al Congreso a un debate sobre corrupción, Felipe VI tiene ante sí la obligación de marcar distancias y blindar su reinado de la sombra de duda que todavía proyecta su familia.

Los primeros meses de Felipe VI en el cargo han sido una carrera apresurada por ofrecer la imagen de un cambio efectivo. La Casa Real ha avanzado en materia de transparencia ofreciendo en su web datos sobre su presupuesto y detalles sobre los contratos asumidos por la institución. Desde Zarzuela se aplican en vender imagen de austeridad hasta el punto discutible de asegurar que la coronación de Felipe VI costó tan solo 66.000 euros (evitando en la contabilidad gastos como seguridad o decoración de calles).

El equipo que ha ayudado en la redacción del discurso busca entremezclar todas esas ideas con la intención de ofrecer una nueva imagen. En Zarzuela quieren que el primer mensaje navideño del nuevo rey no sea uno más y que sus palabras sirvan para crear un muro de resistencia entre la monarquía y los escándalos de la familia del rey.