La fiscalía del Distrito Central de Seúl solicitó hoy la orden de arresto provisional contra el expresidente surcoreano Lee Myung-bak al considerar que aceptó más de 10 millones de dólares en sobornos cuando fue jefe de Estado entre 2009 y 2013.
El tribunal del Distrito Central de Seúl deberá ahora escuchar los argumentos de los fiscales y de los abogados de Lee antes de decidir si acepta la propuesta y emite la orden de arresto.
La fiscalía considera que Lee recibió unos 11.000 millones de wones (10,2 millones de dólares/8,3 millones de euros) en sobornos procedentes de instituciones que van desde el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) a la todopoderosa empresa tecnológica Samsung.
Los fiscales sometieron al exmandatario conservador a un interrogatorio maratoniano de 21 horas entre el miércoles y el jueves pasado.
Lee ha negado todas las acusaciones, entre las que también se cuentan abuso de poder y malversación, y ha denunciado que la investigación es en realidad una venganza política encabezada por el actual Gobierno del liberal Moon Jae-in.
La acusación contra Lee llega con el recuerdo aún vivo en Corea del Sur de su sucesora, la también conservadora Park Geun-hye, que el año pasado fue destituida y procesada por corrupción en un caso que tendrá sentencia en las próximas semanas y en el que la fiscalía ha pedido 30 años de cárcel.