El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró hoy que la declaración de la II Cumbre de la Celac haya acordado la necesidad de una definitiva “descolonización” de Latinoamérica y el Caribe, y se refirió concretamente al caso de Puerto Rico, las islas Malvinas y la base naval de Guantánamo.
“Queremos ratificar, así como lo hemos aprobado en esta declaración, la necesidad de que (...) en nuestra agenda tomemos con fuerza las causas para terminar la definitiva descolonización de todo el territorio de América latina y el Caribe”, indicó Maduro en un discurso en el foro regional.
Según avanzó Maduro, la Declaración de La Habana aprobada por los presidentes que asisten a la cumbre considera que la región debe ser “territorio libre de colonialismo y colonias”, y en uno de sus párrafos destaca el “carácter latinoamericano y caribeño” de Puerto Rico.
Puerto Rico fue una colonia de España hasta 1898, cuando pasó a ser una jurisdicción de Estados Unidos, cuyo Congreso extendió la ciudadanía estadounidense a sus ciudadanos en 1917.
Su estatus es desde 1952 el de Estado Libre Asociado, lo que limita su autonomía en varios asuntos, como las relaciones internacionales.
“Es asunto de interés de la Celac el tema de Puerto Rico”, manifestó el mandatario venezolano, tras pronunciarse por acabar con los “viejos enclaves y formas de colonialismo” y las “nuevas formas” que se van “colando”.
En concreto, se refirió al caso de las islas Malvinas, cuya soberanía es reclamada por Argentina a Gran Bretaña, y al enclave militar que Estados Unidos mantiene en Guantánamo, Cuba, desde inicios del siglo XX.
En ese sentido, insistió en que “tiene que llegar el momento, con el apoyo de la Celac y de la ONU, que los EE.UU. se retiren de Guantánamo” y le entreguen a Cuba ese territorio, hechos que calificó de “inaceptables” en pleno siglo XXI.
Por otra parte, el presidente venezolano saludó que la declaración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) también apoye los procesos de negociación de paz de Colombia, y elogió el empeño de su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, por “construir” la paz.