Carmen Moriyón, la alcaldesa casquista que hace cuatro años se alzó por sorpresa a al alcaldía de Gijón, ha revalidado su cargo este sábado. La izquierda, que tenía mayoría para desalojarla, ha confirmado su total distanciamiento y no ha dado opción a desbancar del poder a la derecha. El PSOE votó por su propio candidato, José María Pérez, mientras que Xixón Sí Puede (la lista avalada por Podemos) respaldaba a su número uno, Mario Suárez del Fueyo e IU, ante esa división, optaba por el voto en blanco. Así, con el único respaldo de sus ocho concejales en una corporación con 27 asientos, la cirujana Moriyón tiene ante sí un segundo mandato. Ni siquiera el PP la respaldó.
Está por ver qué repercusiones tiene ese resultado sobre el pleno de Oviedo, que acaba de comenzar. También parece descartada la unidad de la izquierda. La mesa de edad ha reunido al comienzo del pleno constitutivo del Ayuntamiento de Oviedo a dos de los protagonistas del pacto fallido: el secretario general del PSOE, Wenceslao López, como mayor de los concejales electos, y Rubén Rosón, secretario general de Podemos y número dos de Somos, como el más joven. Una sonora pitada ha recibido a los ediles socialistas en un ambiente con partidarios del acuerdo de la izquierda para desplazar a Agustín Iglesias Caunedo.
En la plaza, delante del edificio consistorial, varias decenas de manifestantes también protestaban por la anunciada decisión del PSOE de optar por sus propias siglas. Los gritos de “Sí se puede” llegan al interior del salón de plenos. Los representantes de Somos han declinado recoger la insignia que, por tradición el Ayuntamiento ofrece a todos sus concejales.