Cuando nadie lo esperaba, un giro final de los acontecimientos ha cambiado el destino del Ayuntamiento de Oviedo. Un pacto exprés de la izquierda, pero no con Ana Taboada como alcaldesa, sino con el socialista Wenceslao López al frente, desalojará a Agustín Iglesias Caunedo. La votación acaba de confirmarlo. PSOE, Somos e IU han respaldado al socialista a pesar de que el desacuerdo en Gijón presagiaba lo contrario. Taboada ha mantenido su candidatura, como gesto, pero no se ha votado. Ella y sus compañeros han contribuido a lograr la mayoría absoluta de 14 escaños necesaria para poner fin a 24 años de gobiernos de la derecha en la ciudad.
“Era necesario hacer caso a las mareas ciudadanas y decidir un castigo a la corrupción”, ha afirmado Taboada. El nuevo alcalde, por su parte, le ha expresado su agradecimiento: “Es un día histórico que algunos no olvidaremos. Antes que socialista, soy demócrata. Estoy dispuesto a romper con mi partido por mis principios”. La primera prioridad, para Somos, es garantizar la apertura estival de los comedores escolares.
Somos y Podemos han justificado su renuncia como un acto de generosidad y han reprochado a la dirección socialista asturiana que no tuviera uno igual. La FSA vetó que sus concejales votaran a Taboada por la negativa de la marca de Podemos en Gijón a apoyar al candidato socialista en la otra gran ciiudad asturiana, consumada también este sábado.