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Los obstáculos de médicos venezolanos para ejercer: tras homologar sus títulos, muchos no pueden colegiarse

EUROPA PRESS

MADRID —

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Los médicos venezolanos residentes en España que se han ofrecido para contribuir a la lucha contra el coronavirus se enfrentan no solo al obstáculo de tener que homologar sus titulaciones, sino también a la dificultad de colegiarse, un requisito imprescindible para ejercer, con las complicaciones añadidas de obtener documentos en Venezuela.

Así lo ha explicado a Europa Press el vicepresidente de la Asociación de Médicos Venezolanos en España, Giovanni Provenza. “No queremos generar falsas expectativas, no se puede trabajar sin tener el título homologado ni sin estar colegiado, y como no se hace ninguna excepción, hay que cumplir todos los trámites”, ha señalado.

La asociación agrupa a 2.200 médicos venezolanos residentes en España independientemente de su situación, desde los que están habilitados para ejercer su especialidad hasta los que no han regularizado aún su estatus migratorio.

Al cumplirse un mes de la declaración del estado de alarma, la asociación ha hecho una encuesta entre sus miembros y ha detectado que solo el 12 por ciento de los 600 que habían iniciado sus trámites antes del 14 de marzo ha visto homologado su título en este mes.

UNOS 40 INCORPORADOS EN MADRID

Antonio Ecarri, enviado a España del presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó --que es con quien tiene contacto la Asociación de Médicos-- pide “más celeridad en los trámites”, en declaraciones a Europa Press. Según las cifras que manejan ambos, unos 40 médicos venezolanos se han incorporado a trabajar en la Comunidad de Madrid, pero esos son apenas el 14 por ciento de los que tienen todos sus papeles en regla.

Ecarri insiste en que los venezolanos en España “no quieren subsidios, quieren trabajar” y, aunque se muestra “agradecido con España, porque el trato a los venezolanos es óptimo por parte de la sociedad”, le gustaría que los trámites fuesen más rápidos, porque a veces “transcurre mucho tiempo entre que se recibe el permiso de residencia y el de trabajo”.

Con el título ya homologado, solo un 8 por ciento ha podido colegiarse, un trámite que exige pedir la documentación en el Colegio de Médicos correspondiente en Venezuela, apostillarla y registrarla en el Colegio en España antes de que venza --antes el plazo era de tres meses pero se ha aumentado a seis--. “En Venezuela muchos colegios están cerrados y sin recursos”, asegura Provenza, y a eso se suman las dificultades burocráticas y, ahora, las restricciones al transporte.

Según explica, la Asociación ha intentado que el Ministerio de Sanidad medie con la Organización Médica Colegial para tratar de flexibilizar los criterios, pero no se ha conseguido, salvo en algunas provincias, como Navarra o Granada, que sí están colegiando a estos profesionales.

A todo ello se suma que los venezolanos tienen que regularizar su situación migratoria, cosa que en el último mes han conseguido el 15 por ciento de los 160 médicos que tenían los trámites iniciados. Un último paso, que muy pocos culminan --apenas un 1 por ciento-- es ver reconocida su especialidad. Unos 500 ejercen como médicos generalistas.

UNA COMUNIDAD QUE SE HA TRIPLICADO

Parte del problema es el retraso que acumulan los expedientes, con una comunidad, la venezolana, que casi se ha triplicado en el último lustro. Cuando Provenza llegó a España hace cinco años la homologación del título tardaba entre cuatro y cinco meses, pero ahora la espera es mucho mayor.

Veinte meses lleva esperando Katherine Medina. Esta pediatra puericultora de San Antonio del Táchira salió de Venezuela con su hijo de 5 años por el puente Simón Bolívar en junio de 2018, viajó a España y en agosto de ese año presentó la documentación para homologar su título.

Un año después, le pidieron una “carta de continuidad laboral” que presentó en noviembre, y hasta ahora no ha tenido más información, según cuenta por teléfono a Europa Press desde Gijón, donde vive.

Medina tiene permiso de residencia por razones humanitarias, igual que muchos venezolanos a los que se les deniega el asilo, y un permiso de trabajo con el que trabaja en el sector de ayuda a domicilio.

A la espera de que se homologue su título, cuenta ya con la carta deontológica de su Colegio de Médicos. Una carta que, confía, le debería servir para colegiarse en Asturias si no le caduca antes de que su expediente termine de tramitarse.