El empresario Jordi Pujol Ferrusola abandonó este lunes la Audiencia Nacional tras declarar cinco horas ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Según fuentes jurídicas, el magistrado no adoptó medidas cautelares contra él al término del interrogatorio, por lo que el primogénito de los Pujol queda libre, con libertad de movimientos, a pesar de continuar imputado.
La mayoría del interrogatorio estuvo copado por las preguntas del magistrado. Cuatro horas de las cinco que pasó Pujol Ferrusola declarando en la sexta planta de la Audiencia Nacional fue a preguntas del propio Ruz. La hora restante se repartió entre las cuestiones de la fiscal, Belén Suárez; el abogado defensor, Cristóbal Martell; y el representante de la Abogacía del Estado.
Pujol Ferrusola accedió a contestar a todas las partes personadas, aunque evitó responder a determinadas cuestiones. A pesar de la presencia de un traductor, el primogénito de los Pujol optó por responder en castellano.
Fuentes de la defensa se refierieron al interrogatorio como “exhaustivo” y aseguraron que las respuestas del imputado fueron “precisas”. Pujol Ferrusola negó que los ingresos investigados respondieran a comisiones y defendió en todo momento que las 17 empresas que le pagaron 8 millones de euros entre 2005 y 2010 lo hicieron a cambio de diferentes trabajos realizados y nunca como mordidas o comisiones.
La defensa alega que la mayoría de las adjudicaciones por las que medió se produjeron en tiempos en que Jordi Pujol i Soley ya no presidía la Generalitat -gobernó hasta diciembre de 2003- y que muchas corresponden a ayuntamientos gobernados por el PSC, ya en la época del tripartito. Un informe de la UDEF incorporado a la causa sopesa la posibilidad de que las gestiones se hicieran durante el gobierno nacionalista y se cobraran “en diferido”.
Fiscalía y Abogacía del Estado no solicitaron al término de la declaración la adopción de medidas cautelares contra Pujol Ferrusola, que podrían haber ido desde las comparecencias periódicas en sede judicial o la retirada de pasaporte, hasta la prisión preventiva.
Durante las cinco horas de interrogatorio, Pujol Ferrusola tuvo que dar explicaciones sobre el origen de su fortuna. Los investigadores detectaron 118 movimientos entre 2004 y 2012 que ascienden a 32 millones de euros. Pujol Ferrusola defendió que se trata de los mismos 8 millones a través de las decenas de movimientos realizados todos ellos desde una misma sucursal del BBVA dedicada a la gestión de empresas.
La Policía interrogó durante meses a empresarios que pagaron a las cinco sociedades de Pujol Ferrusola y Gironès. En su informe, describen cómo éstos tienen enormes dificultades para justificar los pagos al hijo del expresident, que en muchos casos se realizaban por supuestas llamadas telefónicas de éste en concepto de intermediación. Los responsables de esas empresas dijeron a la Policía que Pujol Ferrusola realizaba el trabajo y luego discutían sus honorarios.
Los agentes destacaban en su informe que el hijo de Pujol i Soley asesoraba sobre negocios de materias tan dispares como la explotación petrolífera o de campos de golf. En una ocasión, llegó a cobrar por asesorar a un empresario en la adjudicación de la explotación de un campo de golf a una empresa por parte de otra del mismo grupo empresarial.
Evita contestar a las preguntas sobre el legado familiar
Pujol Ferrusola se negó a contestar a cualquier pregunta sobre la confesión realizada por su padre a finales de julio, en la que reconocía la existencia de un legado del abuelo, Florenci Pujol, a Marta Ferrusola y sus hijos, oculto al fisco durante 34 años. De igual modo, el hijo del expresident rechazó referirse a su supuesto dinero en Andorra, contenido de la comisión rogatoria que ha enviado el juez Ruz al Principado y que aún no ha sido satisfecha. Andorra deberá entregar la información bancaria solicitada por Ruz y que concierne a Pujol Ferrusola, su mujer y las sociedades de ambos, pero si solo se les imputa delito fiscal o blanqueo no procedentes del tráfico de influencias, la legislación andorrana prohibe que sean utilizados en la causa.
Minutos antes de que finalizara el interrogatorio a Pujol Ferrusola, llegó a la Audiencia Nacional su mujer, Mercè Gironés, imputada igualmente por delito fiscal y blanqueo de capitales. Gironès declaró durante dos horas y media. La mujer comparte abogado con Pujol Ferrusola y, como él, contestó todas las preguntas a excepción de las que están relacionadas con la comisión rogatoria enviada por Ruz a Andorra. Gironès quedó en libertad sin medidas cautelares.