Mariano Rajoy no tiene la intención de decir nada ni hacer nada en relación a la denuncia del pago de sobresueldos en la cúpula del partido en los últimos 20 años. En una conversación informal y sin grabación con los periodistas que le acompañan en el viaje a Perú y Chile, el presidente del Gobierno habló por primera vez del asunto pero sólo dejando claro lo que no va a hacer.
El político que nombró tesorero del partido a Luis Bárcenas en 2008 se comporta como si nada de esto fuera de su incumbencia.
Rajoy ni siquiera se molesta en desmentir nada, a pesar de que los periodistas le preguntaron hasta en tres veces sobre los hechos. Afirma que nunca ha tenido ninguna responsabilidad en la gestión de las finanzas y ahora lo fía todo a la investigación interna encargada a la actual tesorera, Carmen Navarro. Hasta que no concluyan esas pesquisas, ni siquiera se molestara en desmentir en público haber recibido sobresueldos, como sí han hecho miembros del Gobierno y dirigentes del partido.
“De este asunto yo ya no me preocupo. Esperaré a lo que la gerente diga”, dijo el presidente.
Todo ello no impide que Rajoy esté preocupado por el impacto de la polémica en la imagen del partido ni que solicite a los periodistas responsabilidad al cubrirlo o que diga que es injusta la descripción de los políticos que está apareciendo en los medios de comunicación.