La renuncia hoy al acta de diputado del expresidente autonómico Pedro Antonio Sánchez podría suponer que la Sala de lo Civil y Penal del TSJ perdiera la competencia en los casos Púnica y Auditorio en los que está investigado, y que pasarían entonces a los juzgados de instrucción.
Fuentes jurídicas han informado a EFE de que, al igual que ocurrió en su día con el exconsejero de Agricultura Antonio Cerdá en el caso Novo Carthago, el TSJ puede perder la competencia en el caso Auditorio, que volvería al juzgado instructor de Lorca que lo inició por no haber ningún otro aforado entre los investigados.
No obstante, desde el mismo ámbito tampoco descartan la permanencia de ambos casos en el alto tribunal regional por la previsible apertura de juicio oral contra el expresidente.
Añaden que, a diferencia de lo que ocurrió con Cerdá, el caso Auditorio se encuentra en una fase de instrucción más avanzada ya que la Sala tiene abierto un plazo de presentación de acusaciones o de solicitud de archivo que aconsejarían que continuara en el TSJ.
En cuanto a la pieza separada del caso Púnica llegada a la Sala desde la Audiencia Nacional, las fuentes sí consideran que podría pasar al decanato del juzgado de instrucción para su reparto porque está todavía en una fase más incipiente.
Pedro Antonio Sánchez, que presidió el Gobierno regional de junio de 2015 a abril de 2017, está investigado en el caso Auditorio por los delitos de prevaricación continuada, fraude en la obtención de subvenciones públicas, y prevaricación o fraude de fondos públicos cometidos presuntamente en su etapa de alcalde de Puerto Lumbreras, su localidad natal.
En el caso Púnica se le investiga por un presunto fraude a ente público, cohecho y revelación de información reservada, según la exposición razonada de la Audiencia Nacional, al haber acordado presuntamente con empresas de la trama distintos trabajos para mejorar su reputación en internet en 2014, cuando era consejero de Educación, y cargar su pago al presupuesto de ese departamento.