Juristas andaluces piden in extremis al alcalde de Sevilla que Alfonso Guerra no sea nombrado Hijo Predilecto de la ciudad

La asociación Grupo 17 de Marzo (Sociedad Andaluza de Juristas para la Defensa de los Derechos Humanos) ha dirigido un escrito al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, con el objeto de evitar la entrega del Título de Hijo Predilecto a Alfonso Guerra, que tendrá lugar este miécoles 23 en la capital hispalense junto a otras 25 distinciones a personas y entidades de Sevilla.

Según considera la asociación, Guerra ha de ser excluido de la citada distinción porque “su persona no se subsume dentro de la delimitación subjetiva que el reglamento realiza del beneficiario del título de Hijo Predilecto”, recogida en su artículo 2, que dice que el título podrá entregarse a quien haya realizado “relevantes méritos personales alcanzados en los campos de la ciencia, la cultura, la economía, el deporte o la política y, en general, del servicio a la colectividad”, no tratándose exclusivamente de los méritos en sí mismos considerados, sino que la distinción se entrega como reconocimiento a la persona en su conjunto, pues se constituye la distinción como “la expresión simbólica del sentimiento de congratulación de los vecinos de la ciudad por contar con personalidades tan destacadas”.

Dice 17 de marzo que la persona beneficiaria del título deberá haber tenido una trayectoria ejemplarizante en el campo en el que se destaque y “los méritos que Alfonso Guerra González ha podido conseguir en su recorrido político pierden su carácter premiable cuando son valorados junto con la íntegra trayectoria del sujeto, puesto que concurren acciones del sujeto en el ámbito de la política, que lejos de redundar en el ”beneficio de la comunidad“, han redundado en su perjuicio.

En ese sentido, la asociación destaca “la vinculación del sujeto con el primer gran caso de corrupción política española desde la Transición, protagonizado por su hermano, Juan Guerra González, quien fue condenado por los hechos en 1995 por fraude fiscal”. El que fuera por aquel entonces vicepresidente del Gobierno de España, “mediante el Secretario General de la Vicepresidencia del Gobierno, Rafael Delgado, había nombrado a Juan Guerra como su asistente en la Delegación del Gobierno de Sevilla”, otorgándole un despacho que “fue utilizado por el sujeto para la realización de actividades ilícitas que le costaron la mencionada condena y que conllevaron la dimisión del mismo vicepresidente”. “El cargo permitió a Juan Guerra el logro de licencias, recalificaciones, permisos y tantas otras gestiones realizadas en el ámbito de la Administración Pública, gracias a la influencia que esta posición le otorgaba y que fue, como decimos, posibilitada por quien puede ser recordado como Hijo Predilecto de Sevilla”, relata 17 de marzo.

“Forma parte de la trayectoria política de Alfonso Guerra González, también, de un modo u otro, el terrorismo de Estado mediatizado por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) entre 1983 y 1987”,  años y “actividad gubernamental” que “coincidieron con la vicepresidencia” de Guerra, desempeñada entre 1982 y 1991, “etapa en la que contaba, además, con un marcado poder dentro del Partido en el Gobierno”. A ello la asociación suma “por añadidura” la participación de España en la Primera Guerra de Golfo“, que ”tuvo consecuencias directas en los que le seguirían y, en definitiva, en la actual belicosidad e inestabilidad de Oriente Medio“.

Para la asociación de juristas, “las consecuencias negativas de estos hechos, que pertenecen al recorrido político de Alfonso Guerra González, han sido profundas y oscurecen sin lugar a dudas su vida pública y política. Estas sombras, además, no forman parte de la normalidad humana, sino que son merecedoras de reproche público y generalizado, por los efectos negativos que la corrupción, el terrorismo y la intervención en conflictos bélicos internacionales tienen en nuestras sociedades. Premiar a personas que cuentan con elementos tan cuestionables en su trayectoria se extralimita sobremanera de la delimitación subjetiva que realiza el reglamento de las personas a distinguir”.

Asimismo, Guerra “ha de ser excluido de la entrega del Título de Hijo Predilecto de Sevilla porque ello frustra el espíritu de la norma y la finalidad última de la misma, a saber, distinguir públicamente a determinados sujetos, de entre todos los demás, que sirvan como referente a sus conciudadanos, como modelo, pretendiendo ejercer de ”estímulo para la realización de acciones que de una forma u otra redundan en beneficio de la comunidad“, tal como se expresa en la Exposición de Motivos del Reglamento”.

Para la asociación, esos “acontecimientos negativos” forman parte “de la trayectoria de Alfonso Guerra” y “de lo que la personalidad del sujeto significa para una parte importante de la ciudadanía”. “El otorgamiento del Título de Hijo Predilecto a Alfonso Guerra frustra el espíritu y la finalidad de la norma porque enviar el mensaje de que el Ayuntamiento de Sevilla ensalza a un sujeto con ”la más alta distinción de la ciudad“ que cuenta en su pasado con sucesos vinculados a la corrupción, el terrorismo de Estado y la participación en conflictos bélicos internacionales, sirviendo de estímulo contrario al pretendido por la norma”.

A su juicio, “frustra el espíritu y la finalidad de la norma, también, porque contribuye a la normalización de prácticas perjudiciales ”para la comunidad“, por entender que ellas no son óbice para que un partícipe o potencial partícipe de la misma pueda recibir una distinción del calibre de la de Hijo Predilecto de Sevilla”. “La elección del sujeto en cuestión para hacerle entrega del mencionado título, pervierte el fin para el que fueron creadas las distinciones que nos ocupan”, concluye el escrito.