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La Conferencia Episcopal hace un viraje hacia la línea del Papa, pero eludiendo la autocrítica

El cardenal de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, ha trazado este lunes la “hoja de ruta” de la Iglesia española para los próximos años en su discurso de apertura de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal.

Blázquez ha hecho un viraje que le acerca al discurso del papa Francisco: corrupción política, la avaricia por el dinero, el drama de la inmigración o la “tiranía invisible” de los mercados. También ha dicho que la Iglesia “no es un contrincante político”. Sin embargo, se ha dejado fuera los temas espinosos que afectan a la Iglesia: las clases de Religión en la escuela pública, el aborto o la autocrítica por la gestión en el tema de los abusos a menores.

Aunque no ha citado ningún ejemplo concreto, ha destacado que la posición de la Iglesia “no es la de un contrincante político”, en coherencia con la línea de las manifestaciones del papa Francisco.

Respecto a la crisis y la economía, también emulando a algún discurso del pontífice, Blázquez ha destacado “una verdadera idolatría en la que al dinero se le rinde culto y se le ofrecen sacrificios”.

El aborto y la educación también han ocupado parte de su discurso, aunque Blázquez no se ha metido en pedir o criticar nada en concreto: “La Iglesia siempre trabajará por los valores innegociables, como son el derecho a la vida desde la concepción hasta su fin natural, el verdadero matrimonio y la armonía y estabilidad familiar, el derecho de los padres a la educación de sus hijos conforme a sus convicciones”.