La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha rechazado la querella presentada por el comisario encarcelado José Manuel Villarejo contra el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y otras personas. Villarejo acusaba a Iglesias de denuncia falsa por haberle señalado en el robo y posterior difusión a varios medios del contenido del teléfono móvil de Dina Bousselham, ex asesora del líder de Podemos.
Esa acusación de Iglesias se habría producido durante su declaración de marzo de 2019 en el marco de la pieza 10 del caso Villarejo. Se da la circunstancia de que el Supremo acaba de rechazar igualmente la pretensión del juez Manuel García-Castellón de que imputara a Iglesias por varios delitos relacionados con esa tarjeta telefónica.
Anticorrupción sostiene que la “principal hipótesis” de cómo llegó esa información robada a los medios señala al comisario Villarejo, en cuyo domicilio apareció una copia de la misma cuando fue registrado en noviembre de 2017.
Ahora, el Supremo despacha en un párrafo la argumentación de su rechazo limitándose a reproducir lo alegado por el Ministerio Público, en el sentido de que “los hechos están plagados de valoraciones que no tienen sustento indiciario exigible” y que no concurre el requisito de perseguibilidad que exige el artículo 456.2 del Código Penal.
“Además y siempre como exigencia previa también este delito cuenta con un requisito de procedibilidad: no podrá procederse contra el denunciante o acusador si no tras sentencia firme o auto también firme, de sobreseimiento o archivo del Juez o Tribunal que haya conocido de la infracción imputada (art. 456.2 CP)”, añaden los jueces del Alto Tribunal.
Villarejo también se querellaba contra Gloria Elizo, vicepresidenta tercera del Congreso, y contra otras dos personas que no están aforadas, Dina Bousselham y la abogada Marta Flor. El Supremo recuerda que no es competente para pronunciarse sobre estas dos últimas.
Escribe Pedro Águeda.