La patronal de armas de caza forma un lobby en Europa para tumbar la ley que restringe la venta

La patronal española de fabricantes de armas y munición acaba de registrarse como “grupo de presión” ante la Unión Europea en pleno proceso para reforzar el control sobre las armas de fuego. No quieren mayores restricciones. Los empresarios, lobistas desde el 19 de enero, consideran que el proyecto de normativa avanzado por la Comisión Europea supone un ataque “al uso civil de armas, no contra el terrorismo”, según ha justificado su secretario general, Pedro Morrás, a eldiario.es.

La Federación Sectorial de Armas y Municiones (FSA) se ha revuelto contra el plan para restringir el comercio por internet. La Comisión Europea ha asegurado a eldiario.es que “se ha demostrado el incremento de las ventas online y la dificultad para controlarlas. Al mismo tiempo, es una fuente de tráfico y puede usarse fácilmente por terroristas”. Morrás lo califica de “barbaridad” y achaca la iniciativa a los atentados de París de noviembre de 2015. “Machaca a los cazadores y tiradores”. De hecho, la FSA subraya su “especial vínculo con el mundo de los cazadores” al que “ha defendido ante las presiones legislativas”.

Un portavoz de la comisaría de Industria y Comercio Interno de la CE ha resumido así las intenciones del Ejecutivo comunitario: “Intentamos limitar la adquisición de armas por internet. Proponemos que únicamente comerciantes y agentes autorizados puedan vender y adquirir por esa vía”. Y eso es lo que tiene revolucionado a la patronal de las escopetas y los cartuchos. Recientemente, la organización denominada Oficina Nacional de Caza –en la que está la patronal de las armerías, algunas federaciones de caza y agrupaciones de gestores de cotos– asegura que está reuniéndose con europarlamentarios y miembros del Consejo para que eliminen “la prohibición del comercio a distancia de armas y munición para uso deportivo”.

España, en el puesto 61º

Algo de esta actividad lobista se está dejando ver en el Parlamento Europeo. El diputado danés Halla Aho (del grupo liberal) ha encabezado una batería de críticas a la idea de controlar más el movimiento de armas de fuego. “Cualquier restricción de la libertad tiene que ser proporcionada y justificada. Dos tercios de los delitos se cometen con armas ilegales. Ese debería ser el objetivo”, ha explicado. Finlandia es el país de la Unión Europea con mayor promedio de armas por cada 100.000 habitantes y el cuarto en el ranking mundial tras EEUU, Yemen y Suiza, según el Observatorio de Armas Cortas. España aparece en el puesto 61º.

Otro de los puntos que preocupan a las autoridades europeas es la posibilidad de seguirle la pista a un arma de fuego. La llamada trazabilidad. La revisión de la directiva exige a los fabricantes que se marque más cada unidad, que sea más difícil poder borrar los números de serie y que las armas importadas también tengan estos elementos distintivos obligatoriamente.

Los armeros españoles están intentando que su modelo de comercio y trazabilidad se convierta en norma extendida por el resto de estados miembro. “Nuestro modelo de venta a distancia es más seguro que la propia venta física”, se atreven a asegurar para oponerse a los planes comunitarios. Bruselas responde que lo que hay que hacer es que los estados tengan la obligación de “mantener los datos de las armas hasta que sean destruidas, en lugar de durante 20 años como es el caso actual, y que el intercambio de información entre países sea más fluida”.

El reciente lobby recurre a un último argumento para rechazar las restricciones al comercio de armas: “Salvar miles de negocios vinculados a la venta por Internet, y permitir que muchas personas puedan seguir teniendo la opción de vender sus armas deportivas o de colección a distancia, sin peligro”. En Europa insisten en que “solo proponemos prohibir totalmente las armas de fuego automáticas que se han convertido en semi-automáticas pero de manera reversible y las semi-automáticas con mecanismos parecidos a las automáticas”. Las conversaciones para regular el sector de las escopetas, los rifles y la munición siguen abiertas.