El famoso órgano de esta ciudad europea suena gracias al efecto de las olas del mar

El sonido de las olas es una de las músicas más enigmáticas que nos regala la naturaleza… Esa cadencia pausada que evocamos en nuestro interior cuando necesitamos buscar un momento de paz, que nos invita a respirar lentamente y relajarnos. Pero en Zadar, Croacia, el sonido del mar eleva su nivel hasta generar auténticas melodías y armonías. Como en una sinfonía compuesta por el propio Poseidón, que la propia naturaleza se encarga de interpretar. El instrumento que la genera, eso sí, no es obra de los dioses, sino del arquitecto Nikola Bašić.

En esta vibrante ciudad costera croata, los sonidos del mar Adriático inspiraron al autor a crear una pieza que combina arte, arquitectura y música cautivando los sentidos de vecinos y visitantes: el Órgano del Mar (Morske Orgulje). Un auténtico emblema de la ciudad de Zadar que ha conseguido transformar un espacio público descuidado en un punto de encuentro donde la naturaleza canta y emociona.

Desde el punto de vista arquitectónico, el Órgano del Mar es una estructura de hormigón que se sumerge en el agua y emerge en el paseo marítimo en forma de amplios escalones de mármol blanco, invitando a los transeúntes a sentarse y contemplar el horizonte. A lo largo de sus 70 metros de longitud, la instalación alberga 35 tubos de órgano ocultos bajo los escalones, con aberturas de silbato en la acera. La singularidad reside en la variedad de longitudes, inclinaciones y diámetros de estos tubos, muy bien concebida y estructurada por Bašić, lo que permite que cada uno produzca un sonido distinto, a pesar de que los orificios visibles en la superficie sean idénticos. Las válvulas por donde entra y sale el agua están hechas de piedras blancas de la isla croata de Brac.

La magia del Órgano del Mar radica en su funcionamiento. A medida que las olas del Adriático chocan contra la estructura, el agua y el viento empujan el aire a través de los tubos subterráneos, creando corrientes de aire que generan una sinfonía imprevisible y siempre cambiante. La melodía es generada por el propio movimiento del mar, lo que asegura que cada visita sea una experiencia única, ya que los acordes producidos dependen de la velocidad y el empuje de las olas. Algunos de estos sonidos evocan la tradición musical local de canto masculino a cuatro voces, en una armonía diatónica. Como si los antiguos dioses, bajo la batuta de Poseidón, entonaran sus salmos al mar Adiátrico.

Más allá de su ingenio mecánico, el Órgano del Mar posee un profundo significado simbólico, representando la intrínseca relación entre el ser humano y la naturaleza, la arquitectura y el mar, la ciencia y el arte. Y es que este proyecto ha sido fundamental para reclamar un espacio público descuidado en el paseo marítimo de Zadar, una zona que había sido fuertemente bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy, gracias a Bašić, el lugar no solo es un concierto perpetuo, sino también un anfiteatro natural perfecto para disfrutar de la puesta de sol sobre el Adriático, descrita por Alfred Hitchcock como “la más hermosa del mundo”, y se ha convertido en un centro de actividad turística, comercial y cultural para la comunidad de Zadar.

Premio europeo

El reconocimiento de esta obra no se hizo esperar. En 2006, el Órgano del Mar fue galardonado con el Premio Europeo del Espacio Público Urbano, un prestigioso honor que destacó su impacto y originalidad. Además, la instalación, junto con otra creación de Bašić, el “Saludo al Sol”, representó a Croacia en la 11ª Bienal de Venecia, consolidando su estatus como una de las grandes joyas del patrimonio de Zadar. Aunque existen otros órganos marinos en el mundo, el de Zadar se distingue por incorporar elementos típicos croatas, como el material de construcción y una realización acústica que refleja la rica tradición musical del país.

El visionario detrás de esta singular obra es Nikola Bašić, un arquitecto y urbanista nacido en Murter en 1946. Se graduó en 1972 de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de Sarajevo y ha tenido una destacada carrera, al frente de su estudio Marinaprojekt. Bašić es miembro de la Academia Croata de Ciencias y Artes. Su obra se caracteriza por la diversidad y la búsqueda constante de originalidad, explorando desde innovadoras formas de organización de apartamentos hasta proyectos de turismo náutico y el principio “3K” en arquitectura sacra.

La creatividad de Bašić se extiende más allá del Órgano del Mar, abarcando una amplia gama de proyectos que cuestionan los patrones establecidos y buscan la participación del usuario. Su célebre instalación adyacente al Órgano del Mar, el “Saludo al Sol”, complementa la experiencia auditiva con un espectáculo audiovisual, especialmente al anochecer, formando un conjunto increíblemente atractivo. Las obras de Bašić se convierten en una fusión magistral de arquitectura, urbanismo, ingeniería, música y escultura, diseñadas para el deleite y la contemplación de las personas.