Un fósil hallado en Siria revela una nueva especie de tortuga marina de hace 50 millones de años

Un hallazgo paleontológico en el norte de Siria ha permitido identificar una especie de tortuga marina hasta ahora desconocida, bautizada como Syriemys lelunensis. El descubrimiento, fruto de una investigación internacional liderada por especialistas de Brasil, Alemania, Siria, Líbano y Canadá, se remonta al Eoceno temprano, hace unos 50 millones de años, y constituye la primera especie fósil de vertebrado descrita en el país. Los resultados acaban de publicarse en la revista Papers in Palaeontology.

Permanecieron almacenados más de una década

La investigación ha sido posible gracias a la recuperación de restos fósiles en una cantera cercana a la ciudad de Afrin, en el noroeste sirio. Los fragmentos, extraídos en 2010 durante unas voladuras en la cantera de Al-Zarefeh, permanecieron durante más de una década almacenados en la Dirección General de Geología y Recursos Minerales de Alepo. No ha sido hasta ahora, tras un exhaustivo estudio coordinado por la Universidad de São Paulo y el Senckenberg Centre for Human Evolution and Palaeoenvironment de la Universidad de Tubinga, cuando se ha confirmado su importancia científica.

Los restos de la tortuga incluyen una impresión interna completa del caparazón, varios huesos de la parte ventral, la pelvis y parte de las extremidades posteriores. El caparazón, de forma ovalada, mide 53 centímetros de largo por 44 de ancho y se conserva en muy buen estado. Según explica la paleontóloga sirio-brasileña Wafa Adel Alhalabi, primera firmante del estudio, fue necesario el análisis de diminutos foraminíferos, protozoos con concha extraídos de la roca circundante, para determinar con precisión la antigüedad del fósil.

La evidencia más antigua de un linaje desaparecido

El hallazgo no solo amplía el catálogo de especies de tortugas marinas extinguidas, sino que también proporciona la evidencia más antigua conocida del grupo Stereogenyini, un linaje de tortugas de cuello lateral ya desaparecido. Este resultado permite retroceder más de diez millones de años el origen de este grupo, cuyos fósiles se habían documentado hasta ahora en América, el Caribe, África y Asia oriental.

Aunque en la actualidad las tortugas de cuello lateral son exclusivamente de agua dulce y con hábitos semiaquáticos, el grupo extinto de los Stereogenyini habitaba también en entornos marinos. Por ello, su registro fósil es especialmente amplio y diverso. En el caso de Siria, la explicación reside en su pasado geológico: gran parte de su territorio estuvo cubierto por aguas marinas desde el Cretácico hasta finales del Mioceno, entre hace 145 y 5,3 millones de años.

Supone una nueva localización geográfica

El hallazgo de Syriemys lelunensis añade así una nueva localización geográfica a la distribución global de este linaje y refuerza la hipótesis de un posible origen mediterráneo para estas tortugas marinas. Para el paleontólogo Gabriel S. Ferreira, de la Universidad de Tubinga, el descubrimiento “encaja” con lo que se sabía de la historia marina de la región, pero al mismo tiempo “abre la puerta a nuevas preguntas sobre la evolución y dispersión de estos animales”.

Los investigadores subrayan también el valor simbólico de este avance científico. “La situación actual en Siria es extremadamente compleja y, en medio de las tragedias que atraviesa el país, puede parecer surrealista hablar de fósiles”, señala Max Langer, profesor de la Universidad de São Paulo y coautor del trabajo. “Pero este descubrimiento demuestra el potencial del país y que la ciencia sigue viva allí”.

El equipo planea continuar sus trabajos bajo el proyecto Recovering lost time in Syria (“Recuperando el tiempo perdido en Siria”), que reunirá materiales documentados por Alhalabi en el propio país. El objetivo es doble: recuperar parte de la memoria geológica de la región y subrayar que, incluso tras años de conflicto y estancamiento, la investigación científica sigue siendo posible.