En tiempo de spooky season y en cuenta atrás hacia la celebración de Halloween, el nombre de Edgar Allan Poe es uno de los más populares por sus famosos cuentos que son una de las lecturas por excelencia de este tiempo de otoño y llegada próxima del invierno, además de diferentes poemas y relatos con los que también fue precursor de la novela policiaca.
Lo que no todos conocen es que el fallecimiento del escritor es también propio de un relato misterioso que, ocurrido el 7 de octubre de 1849, todavía sigue sin resolverse más de 170 años después y que es uno de los detalles más interesantes de la biografía de uno de los autores de la literatura de terror por excelencia.
La inestable vida de Edgar Allan Poe
Venido al mundo el 19 de enero de 1809 en la ciudad de Boston, en Estados Unidos, Edgar Allan Poe conoció pronto una vida tumultuosa cuando se quedó huérfano a la edad de tres años y fue acogido por un matrimonio acomodado que, aunque lo educó y cubrió sus gastos económicos hasta su etapa universitaria, nunca lo adoptó legalmente.
La relación con su padre de acogida no fue del todo buena y solo su madre adoptiva le apoyó en su afición por la literatura, por lo que, al quedarse sin dinero en la universidad por deudas de juego, se alistó al ejército, aunque fue una etapa que terminó también de forma abrupta.
Su vida quedó marcada así por la inestabilidad mientras brillaba en lo literario, con el fallecimiento temprano también de su primera esposa, y sería su muerte la que acapararía mayor atención por los misterios alrededor de ella cuando contaba con tan solo 40 años.
La misteriosa muerte de Edgar Allan Poe
Los hechos se desarrollaron en el mencionado año 1849, en el que se había casado por segunda vez y sus cercanos lo creían en un momento feliz, pero un día Edgar Allan Poe desapareció sin dejar rastro. Sería encontrado el 3 de octubre en Baltimore por un amigo en la calle en estado de necesitar “ayuda inmediata” y lo llevó directamente al hospital, donde moriría cuatro días después.
El hecho es que nunca se supo como había llegado allí y en ese estado, vestido además con ropa que no era suya, además de que se cuenta que en sus últimos instantes dijo “¡Que Dios ayude a mi pobre alma!” después de invocar al explorador Reynolds que lo había inspirado para su novela ‘La narración de Arthur Gordon Pym’
Lo que ha llegado a nuestros días son las noticias de entonces de los periódicos que establecieron una congestión o inflamación cerebral como causa de la muerte, que también servía como eufemismo para encubrir el fallecimiento por alcoholismo, pero los informes oficiales se perdieron.
La cuestión es que Edgar Allan Poe llegó a asegurar, según la leyenda, que estaba siendo perseguido y esto ha llevado a teorías de conspiración sobre un posible asesinato, así como tampoco se ha descartado el suicidio.
Sin embargo, una de las versiones es que era adicto al alcohol y las drogas y que esto lo llevó a la muerte como parte de su maldición, que fue fundada por su rival literario Rufus Wilmot Griswold, que los especialistas sobre Poe han desmentido alegando que era intolerante a las bebidas alcohólicas y que odiaba esos ambientes.