No todos los perros tienen la oportunidad de vivir bajo un techo y ser cuidados como uno más de la familia, sino todo lo contrario. Ese fue el caso de Nina, un cruce de American Staffordshire Terrier que se coló en una finca desconocida a punto de parir, según relatan desde la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga, a la que alertó la dueña del terreno.
Por suerte y teniendo en cuenta su estado, la mujer accedió a que esta perrita se quedará ahí hasta que diera a luz, se recuperara correctamente y llegase el momento propicio para separar a la peluda de sus cachorros. Dentro de lo malo, Nina tuvo la suerte de que alguien la acogiera de forma temporal y mirase por su bienestar, aunque era una cuenta atrás.
Cuando superó todo ese proceso, recaló en la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga, donde ha sido una huésped ejemplar: “Desde el primer momento que la vimos nos dejó ver la perra tan buena que es. Nos miraba desde el chenil, sin parar de mover su rabito y soltándonos unos pequeños lloriqueos, llamando nuestra atención para que nos acercásemos a saludarla y darle una buena sesión de mimos”.
Nina espera a la familia ideal
Un abandono y un parto en una casa desconocida. Eso es todo lo que ha superado Nina, que ahora espera pacientemente en su chenil a que alguien se interese por ella y llegue la ansiada adopción. Sus cuidadores solo tienen halagos para ella: “En la protectora es una perrita diez, le encanta pasar el tiempo con todos los voluntarios ya sea jugando, recibiendo mimos o dando un pequeño paseo. Se conforma con un pequeño ratito con nosotros”.
Desde la protectora recuerdan que su caso necesita paciencia y muchos mismos. Creen que “la familia ideal” sería la que la incluyera como una más. Ella responderá a la perfección todas las salidas y todos los planes que se le pongan por delante. Y nunca rechazará una buena sesión de caricias. “Ella lo que más quiere es pasar tiempo en familia”, explican en una publicación de Instagram con la que intentan darle visibilidad a su caso.
La peluda se está adaptando poco a poco a todos los cambios. No estaba acostumbrada a pasear y al principio “lo pasaba un poco mal”: “Se notaba que era algo completamente nuevo para ella”. También avanza con el bozal, que cada vez lo lleva mejor. “Con un poquito de trabajo, está aprendiendo a pasear perfectamente y poco a poco lo va aceptando sin problema”, añaden.
La socialización con otros animales aún le cuesta, por lo que creen que lo ideal sería una familia que no tuviera más perros. Con gatos, se muestra un poco ansiosa y su reacción aún es un poco imprevisible, dependiendo de la actitud del felino hacia ella. Los interesados deben saber que su adopción solo está disponible en la provincia de Málaga y deberán escribir un correo electrónico a la protectora, que se pondrá en contacto con ellos.