Cada mes de diciembre, el Real Convento de la Consolación de Calabazanos, en la pequeña localidad de Villamuriel de Cerrato, en la provincia de Palencia, se convierte en el epicentro de un fenómeno cultural que enlaza el presente con el pasado, concretamente con el siglo XV. La representación del Auto del Nacimiento de Nuestro Señor, obra de Gómez Manrique, no es solo una escenificación teatral, sino un vibrante tributo a los orígenes del teatro en lengua castellana. Esta tradición navideña consagra a la localidad palentina como la cuna del teatro en castellano, perdurando con intensidad por mucho tiempo que haya pasado. Y es que la obra es considerada por muchos expertos como la primera, de teatro y en castellano, cuyo autor sí se conoce, a diferencia de otras obras de parecida antigüedad pero que, en cambio, se desconoce quiénes las han escrito.
El autor de esta pieza fundamental es Gómez Manrique (1412-1491), escritor, noble y político palentino que desempeñó un papel pionero en el desarrollo dramático en lengua castellana. Su obra, Auto del Nacimiento de Nuestro Señor, es universalmente considerada como la primera obra teatral en lengua castellana de autor conocido. Hombre de letras y armas y fiel al arquetipo de su familia, fue el tío de Jorge Manrique, el autor de las famosas Coplas. El origen de la pieza es tanto familiar como devoto, ya que fue escrito a petición de su hermana, María Manrique, quien ejercía como vicaria del monasterio de Calabazanos. La pieza fue concebida para ser representada por las propias monjas clarisas en el interior de la iglesia, inicialmente el día de Nochebuena. Se cree que la composición de esta joya de la literatura castellana tuvo lugar entre 1458 y 1481.
Desde su creación, la obra ha mantenido una representación ininterrumpida en el Real Convento de la Consolación de Calabazanos, un recinto fundado por la familia Manrique y ejemplo de arquitectura gótica tardía. Aunque inicialmente las representaciones eran privadas, destinadas en principio a la comunidad de monjas clarisas, hace aproximadamente dos décadas el evento por fin se abrió al público general. El mantenimiento de esta tradición, que sigue en pie en las fechas cercanas a la Nochebuena, ha convertido a la cita en uno de los eventos culturales más importantes de la Navidad para la ciudadanía de la región palentina. El auto sacramental, compuesto por siete escenas, narra la llegada de Jesús al mundo con un lenguaje que es a la vez sencillo y poético. La obra destaca por conservar el castellano del siglo XV, ofreciendo a los asistentes una experiencia auténtica y enriquecedora al escuchar las palabras originales del dramaturgo.
En esta pieza, que es más que una unión de poemas, los personajes dialogan entre ellos, un rasgo innovador que la diferencia de obras anteriores y la coloca como precursora de las obras dialogadas que vendrían después. Un fragmento que refleja este lenguaje antiguo y la sencillez dramática se encuentra, por ejemplo, en un lamento de San José: “¡Oh, viejo desventurado! Negra dicha fue la mía en casarme con María por quien fuese deshonrado. Ya la veo bien preñada, no sé de quién, ni de cuánto”. Además de la trama principal del nacimiento, las funciones actuales incluyen la recreación de la llegada de la Infanta Isabel (que luego sería Isabel la Católica) y su corte al monasterio, un episodio que honra la visita que la Infanta realizó al convento en los tiempos del estreno original.
La importancia de este evento trasciende lo cultural y se ha convertido en un motor turístico, lo que fue refrendado en 2023 al ser declarado Fiesta de Interés Turístico Regional. Este reconocimiento subraya el compromiso de Villamuriel de Cerrato de mantener viva la tradición y de compartirla con el resto del mundo. Y es que el auto es una suerte de buque insignia de la cultura local y un legado histórico que llena de orgullo a la población de esta zona de Castilla y León. En los últimos años, la representación está a cargo de grupos de teatro locales, que hacen lo posible por mantenerse fieles al texto original escrito por Gómez Manrique. La puesta en escena se enriquece con un prólogo que simula el regreso al año del estreno, mientras que la emotividad de la obra culmina con la intervención de las monjas clarisas, quienes participan en la escena final cantando desde el coro el villancico Callad hijo mío chiquito.
Hasta figuras de Playmobil
Para complementar la experiencia teatral, el convento y sus alrededores acogen diversas actividades durante el fin de semana escogido para las representaciones, que en este 2025 será el de los próximos días 20 y 21 de diciembre. Los visitantes pueden disfrutar de un mercado artesanal, con productos típicos y dulces elaborados por las monjas, así como exhibiciones de doma de caballos y cetrería. Un atractivo adicional, especialmente popular entre el público infantil, es la exposición de una maqueta del Auto del Nacimiento de Nuestro Señor realizada con figuras de Playmobil, que recrea detalladamente las escenas de la obra. La vida de Gómez Manrique, nacido en Amusco, estuvo marcada por una profunda devoción religiosa y un gran compromiso con la cultura, además de su destacada carrera política como corregidor en este caso de la ciudad de Toledo.
El autor, que perteneció a una de las familias más ilustres de la literatura castellana, no limitó su capacidad literaria a la obra mencionada. Su legado incluye, además del Auto del Nacimiento de Nuestro Señor, obras dramáticas como las Lamentaciones fechas para la Semana Santa. Pero es innegable que la relevancia del Auto del Nacimiento de Nuestro Señor radica en su condición de ser considerado el primer texto teatral de autor conocido, un hito en la historia cultural de nuestra geografía. Por ello, asistir estos días al Auto del Nacimiento de Nuestro Señor es, en definitiva, sumergirse en una tradición viva que conecta el presente con hasta cinco siglos de historia, arte y espiritualidad. La belleza del entorno del convento, la calidad de las actuaciones y la atmósfera festiva hacen de este evento una cita imprescindible que combina historia, fe y participación comunitaria, proporcionando una auténtica experiencia navideña para todos aquellos que vivan o que visiten estos días Castilla y León.