Los western crepusculares de finales de los 60 consolidaron a Robert Redford como uno de los rostros más reconocibles de Hollywood, aunque en los años posteriores amplió su rango con comedias románticas y thrillers políticos. Películas como Descalzos por el parque, Dos hombres y un destino o El golpe marcaron un recorrido que abarcó desde historias ligeras hasta tramas de intriga con personajes llenos de matices.
En 1980 incluso se llevó un Óscar por su debut como director con Gente corriente, lo que dejó claro que su talento no se limitaba a la interpretación. Toda esa trayectoria lo situó en un lugar privilegiado en la industria, y solo al final de su carrera aceptó papeles que rompían por completo con sus hábitos anteriores, como ocurrió con Marvel.
El actor se adentró en Marvel tras una vida alejado de las sagas comerciales
Marvel Studios logró convencerle en 2014 para encarnar a Alexander Goodwin Pierce, dirigente de HYDRA infiltrado en S.H.I.E.L.D. dentro de Capitán América: El soldado de invierno. Su entrada en el universo de superhéroes fue una excepción, dado que siempre se había mantenido al margen de las sagas comerciales.
En la presentación del filme en el Festival de Sundance, el propio Redford explicó su decisión con estas palabras: “Una de las razones por las que acepté el papel fue que quería experimentar esta nueva forma de hacer cine que se ha apoderado de personajes de dibujos animados que cobran vida a través de alta tecnología”. Y añadió: “La saga Vengadores es un producto de alta tecnología que desempeña un papel importante en el nuevo orden cinematográfico, así que quería experimentar eso. Para mí fue como entrar en un nuevo mundo simplemente para experimentar cómo era”.
Ese salto a la gran maquinaria del entretenimiento masivo tuvo continuidad en 2019. En Vengadores: Endgame regresó brevemente a la piel de Pierce, lo que supuso un hito en una carrera de 60 años en la que nunca había repetido personaje. Lo curioso es que se trató de un cameo rodado en secreto, pensado para aportar coherencia al viaje temporal de los héroes.
Su villano exigía a Iron Man la entrega del Teseracto, la llamada Gema del Espacio, convencido de que debía volver a manos de HYDRA. Aquella aparición fue un epílogo singular que funcionó como despedida de su trayectoria en pantalla.
El regreso en Endgame llamó la atención de seguidores y críticos porque rompía la norma que había mantenido durante décadas. Hasta entonces, cada nuevo trabajo de Redford implicaba un personaje distinto, sin volver jamás sobre pasos anteriores ni involucrarse en secuelas. Ese detalle convirtió su cameo marvelita en una anomalía que marcó su retirada definitiva de la interpretación presencial.
El adiós oficial llegó con un ladrón veterano en su última gran interpretación
Entre sus últimos proyectos antes de ese cierre se encuentra The Old Man and the Gun en 2018, donde interpretó a Forrest Tucker, ladrón y maestro del escapismo. En entrevistas de promoción afirmó que aquel sería su retirada oficial, y aunque después narró un par de producciones como Buttons: A Christmas Tale o prestó su voz en 2020 en Omniboat: A Fast Boat Fantasia, su etapa como actor concluyó con el universo Marvel con una brevísima aparición.
Lo curioso es que su imagen volvió a aparecer de forma indirecta. Material de archivo con Pierce se reutilizó en la serie Loki de Disney+, emitida en 2021, y su rostro incluso fue representado como presidente ficticio en la serie Watchmen ese mismo año. De este modo, la sombra de Redford continuó presente en la cultura popular incluso después de su retiro oficial, como si Hollywood no estuviera dispuesto a dejarlo ir del todo.
Un actor legendario que siempre será recordado
El intérprete falleció a los 89 años tras haber recorrido todos los géneros posibles, desde el drama carcelario de Brubaker hasta el periodismo político en Todos los hombres del presidente. A lo largo de seis décadas, su filmografía se convirtió en una especie de mapa paralelo de la historia del cine estadounidense moderno, siempre con un toque de elegancia personal.
Y aunque se marchó dejando un último cameo breve en la segunda película más taquillera de la historia, lo cierto es que no pudo haber elegido un contexto más inesperado para despedirse que entre superhéroes, viajes temporales y gemas del infinito.