En la provincia de Girona, en la comarca del Alto Ampurdán, se encuentra una de las fortificaciones medievales más antiguas de Cataluña: el castillo de Requesens. Su presencia forma parte del paisaje histórico de la región, que conserva numerosos vestigios de la Edad Media y refleja la organización de los antiguos condados. La fortaleza, ubicada en un área fronteriza con Francia, constituye un ejemplo representativo de la importancia estratégica de estas construcciones en la historia catalana.
El municipio que alberga la fortaleza, La Junquera, se caracteriza por su baja densidad de población, lo que ha permitido que gran parte del entorno natural permanezca sin cambios significativos durante siglos. Este contexto ofrece una visión del territorio tal y como pudo ser en la época medieval, donde la relación entre las fortalezas y el paisaje tenía un papel fundamental en la defensa y el control del territorio.
Además de su valor histórico, Requesens ha despertado interés por su vinculación con figuras culturales como Salvador Dalí, que quiso adquirirla para su uso privado. La fortaleza es considerada un referente dentro del patrimonio catalán y continúa atrayendo la atención de investigadores, historiadores y visitantes interesados en la historia medieval y la riqueza cultural de la región.
Historia y arquitectura del Castillo de Requesens
El castillo de Requesens fue levantado en el siglo XI bajo la supervisión de Gausfred II de Roselló. Su construcción respondió a necesidades defensivas, con muros robustos, torres de vigilancia y espacios preparados para resistir posibles asedios. La fortaleza formaba parte de un entramado de castillos y torres que aseguraban el control del territorio entre los condados vecinos, desempeñando un papel clave en la defensa regional. A lo largo de los siglos, la propiedad cambió de manos en diversas ocasiones, adaptándose a las funciones requeridas por cada propietario.
Durante el siglo XIX, los condes de Peralada realizaron una reconstrucción parcial de la fortaleza, incorporando elementos neomedievales y adaptando algunas estancias como residencia de verano. La intervención se efectuó utilizando la misma piedra de granito de la montaña para mantener coherencia con la construcción original. Este proceso permitió combinar la estructura defensiva medieval con usos residenciales, dejando un testimonio arquitectónico que muestra la evolución de la fortaleza y su reinterpretación a lo largo de la historia.
A lo largo de los años, Requesens también sufrió saqueos y ocupaciones militares, en particular durante la Guerra Civil Española, que afectaron su estado de conservación. En la actualidad, se han implementado planes de mantenimiento y restauración para preservar tanto la estructura original como los elementos añadidos en distintas épocas. Además, la fortaleza fue catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional en 1993, según la Ley del Patrimonio Cultural catalán, garantizando su protección legal y reconociendo su valor histórico y arquitectónico dentro del patrimonio de Cataluña.
Ubicación, entorno y visitas actuales
El castillo se encuentra rodeado de un denso bosque que lo aísla de otros núcleos urbanos y construcciones, lo que contribuye a la conservación de la estructura y del paisaje natural. La localización en un área deshabitada permite que los visitantes experimenten de manera directa la relación entre la fortaleza y su entorno estratégico original. La proximidad a la frontera francesa también explica la concentración de fortalezas en la región y la importancia histórica de Requesens dentro del Alto Ampurdán.
El acceso al público se realiza principalmente mediante visitas guiadas, mientras que algunas áreas interiores permanecen restringidas por motivos de seguridad y conservación. Durante estas visitas, es posible observar los elementos originales medievales y los añadidos neomedievales del siglo XIX, permitiendo comprender la evolución arquitectónica de la fortaleza y su adaptación a distintas funciones a lo largo del tiempo. Los recorridos ofrecen información sobre la historia defensiva, la estructura interna de torres y murallas, y el uso residencial posterior que tuvo la fortaleza.
El interés cultural generado por la relación con Salvador Dalí ha incrementado ligeramente la visibilidad de la fortaleza, aunque su afluencia de visitantes sigue siendo menor que la de otros monumentos de Cataluña más accesibles. Requesens sigue siendo un destino relevante para historiadores, arquitectos y amantes del patrimonio, combinando su valor histórico y arquitectónico con un entorno natural protegido. La fortaleza se mantiene así como un ejemplo destacado del patrimonio medieval catalán, ofreciendo una experiencia completa que integra historia, arquitectura y naturaleza.