En un entorno montañoso que combina relieve accidentado con valles y zonas de bosque, en el noreste de la provincia de Valéncia, se ubica la villa de Alpuente. Tanto esta localidad como las aldeas a su alrededor muestran hoy en día cómo la población se asentó históricamente en un territorio elevado, adaptando sus viviendas y construcciones al paisaje. Pero también mucho más: Alpuente destaca por los restos paleontológicos presentes en su término municipal. Diversos yacimientos de huellas de dinosaurios, junto con museos especializados, permiten estudiar la fauna prehistórica que habitó la zona hace decenas de millones de años.
El casco urbano de Alpuente conserva restos de su pasado medieval, desde calles con trazado antiguo hasta edificaciones defensivas y religiosas que reflejan la evolución histórica de la localidad a lo largo de los siglos. Y junto con este valor arquitectónico y urbano, las autoridades han acondicionado los distintos espacios con yacimientos para su visita, integrando información educativa sobre geología y biología, de manera que el recorrido combina la historia humana con la evidencia fósil de épocas muy anteriores.
Huellas de dinosaurios y valor paleontológico
El territorio de Alpuente integra parte del Parque Cultural de la Serranía, una zona reconocida por su valor natural y paleontológico. Dentro de este entorno se encuentran varios yacimientos de huellas de dinosaurios, que permiten documentar la fauna de hace decenas de millones de años y son accesibles al público mediante recorridos señalizados. Entre estos recursos se encuentra también el Museo Paleontológico Santa Bárbara (MUPAL), que junto al Museo Etnológico de la localidad ofrece información complementaria sobre el patrimonio histórico y natural de la zona.
El yacimiento icnológico de Corcolilla es uno de los más visitados y conserva un total de 53 huellas de dinosaurios de pequeño y mediano tamaño, atribuidas a al menos dos especies diferentes. Estas huellas datan del Jurásico Superior y se han petrificado a lo largo de los siglos. Para facilitar la visita sin comprometer la conservación, el yacimiento cuenta con pasarelas y paneles informativos que permiten observar las icnitas directamente sobre la roca.
Otro punto de interés es el yacimiento de Cañada París II, situado cerca del Cerro Judío y del camino de la Cuevarruz. Este enclave fue declarado Bien de Interés Cultural en 2015 y constituye uno de los yacimientos mejor conservados de la Comunidad Valenciana. Las huellas allí registradas permiten estudiar la diversidad de dinosaurios que habitaron la región en el tránsito entre el Jurásico y el Cretácico, ofreciendo una perspectiva única sobre la fauna de la parte más oriental de la Península Ibérica.
Qué ver en Alpuente
El casco histórico de Alpuente conserva vestigios de su pasado defensivo y urbano. En lo alto de una roca se encuentra el Castillo de Alpuente, una fortaleza construida entre los siglos XI y XIII que desempeñó un papel relevante en la estrategia militar del antiguo reino de Valencia. Aunque hoy se encuentra parcialmente en ruinas desde el siglo XIX, todavía es posible observar restos de sus murallas y estructuras asociadas, incluyendo la Torre de Alhama, que formaba parte del sistema de defensa y servía de vigilancia.
El recorrido por las calles del pueblo permite apreciar la disposición medieval de la villa y sus construcciones históricas, que han sido reconocidas como Conjunto Histórico-Artístico. Entre ellas destaca la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Piedad, un templo que combina elementos románicos y góticos y que representa el principal referente religioso de la localidad. El conjunto urbano mantiene la traza de la villa medieval, con viviendas y edificaciones que reflejan la evolución de la comunidad a lo largo de los siglos.
Otro elemento que complementa el patrimonio de la localidad es el Acueducto de Los Arcos de Alpuente. Esta obra hidráulica, recientemente restaurada, está formada por alrededor de veinte arcos de mampostería y transporta agua desde la Fuente Nueva hasta la villa, una infraestructura que permitió sostener la vida en un asentamiento elevado y disperso. Algunos historiadores vinculan el origen del nombre de Alpuente con esta construcción. La historia de la villa también incluye su etapa como reino de taifa durante la dominación musulmana, periodo que contribuyó a configurar su organización urbana y su relevancia estratégica en la comarca.