La gastronomía forma parte del patrimonio de cada municipio, que se encarga de reivindicar los productos autóctonos, las técnicas durante su elaboración y el exquisito resultado final. En cada lugar de nuestro país disfrutaremos de un bocado delicioso: pulpo en Galicia, paella en la Comunitat Valenciana, cocido en la Comunidad de Madrid, queso en Castilla-La Mancha, calçots en Catalunya, papas en Canarias o cachopo en Asturias.
En Andalucía no puede faltar el gazpacho, esa crema fría que quita el calor de un plumazo, o al menos con esa intención se come. Aunque en pocos sitios reivindican tanto este plato como en Alfarnatejo, un pequeño pueblo de poco más de trescientos habitantes que celebra una fiesta en su honor y al que han bautizado como los Pirineos del Sur.
Una fiesta para celebrar el gazpacho
Entre sus tradiciones, esta localidad malagueña tiene la elaboración de un gazpacho con un toque local. El resultado es una sopa fría de ingredientes picados totalmente a mano, con ciertos secretos de la zona y a la que no pueden faltar “tres golpes”: el aceite, la sal y el vinagre.
Esta tradición, arraigada en el pueblo, se ha convertido en fiesta de singularidad turística provincial y se celebra durante el primer fin de semana de agosto. Este año los vecinos lanzan una invitación a curiosos para el sábado, 2 de agosto. Además de actividades culturales y lúdicas, ese día se repartirá gazpacho de forma gratuita. El municipio también contará con un mercado Sabor a Málaga.
Los que acudan a esta original fiesta no solo podrán degustar un plato que es venerado en Alfarnatejo, sino que podrán llevarse como recuerdo el cazo de cerámica en que serán servidos.
Conocido como los Pirineos del Sur
Alfarnatejo no solo es conocido por venerar el gazpacho, con una fiesta que cumple su vigésimo tercera edición. Este pueblo presume de un entorno natural único, tanto que le ha valido la denominación popular de los Pirineos del Sur, explican desde la Diputación de Málaga. Misma denominación reciben otros como Alfarnate y Periana.
Localizada al noroeste de la comarca de Axarquía, esta pequeña localidad está situada a 709 metros sobre el nivel del mar y rodeada de paisajes singulares. Llama la atención el contraste entre la piedra y la abundante vegetación. De este paisaje también destacan picos montañosos como el Pico del Chamizo (1.637 metros), el Pico del Gallo (1.556 metros) y el Pico de Vilo (1.412 metros).