El pueblo de Huesca que se encuentra entre cascadas, picos e ibones del Pirineo

En el corazón del Pirineo aragonés se extiende el municipio de Bielsa, un enclave del Alto Aragón cuya ubicación le otorga un valor estratégico como punto de entrada natural al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Situado en la comarca de Sobrarbe, en el extremo norte de la provincia de Huesca, este territorio se halla rodeado de cumbres que superan los 2.000 metros de altitud, cascadas, valles glaciares e ibones de alta montaña.

La cabecera del valle de Pineta, donde se encuentra el núcleo principal del municipio, se integra además en una serie de espacios naturales protegidos de gran relevancia, como la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala, la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y el Geoparque Mundial UNESCO Sobrarbe-Pirineos.

El municipio de Bielsa se compone de cinco pequeños pueblos de montaña: la villa de Bielsa, que actúa como centro neurálgico y concentra la mayoría de los servicios, y los núcleos de Javierre, Espierba, Parzán y Chisagüés, que completan el conjunto urbano distribuido a lo largo del valle.

Cada uno de ellos conserva una estructura tradicional adaptada a la topografía pirenaica, con edificaciones de piedra, tejados inclinados y calles estrechas que reflejan la adaptación del territorio a un entorno natural exigente. Aunque la población total es reducida, estos núcleos forman una red cohesionada que mantiene la actividad rural, el patrimonio histórico y las rutas de acceso a los principales parajes naturales del entorno.

A lo largo de los años, Bielsa ha desarrollado una vocación ligada al senderismo, al turismo de naturaleza y a la conservación del medio ambiente. Desde el núcleo principal parten múltiples rutas hacia los valles colindantes y hacia el fondo del valle de Pineta. Esta combinación de valores culturales, naturales y paisajísticos convierte a Bielsa en un punto de paso habitual para montañeros, excursionistas y viajeros que recorren el Pirineo central en busca de espacios bien conservados y alejados de los grandes núcleos turísticos.

Los ibones del entorno de Bielsa

El término municipal de Bielsa abarca varios valles glaciares en cuyas cotas más altas se localizan diversos ibones, pequeños lagos de origen glaciar que forman parte del ecosistema pirenaico. Estas masas de agua, generalmente alimentadas por el deshielo, se encuentran a gran altitud y son accesibles únicamente a través de rutas de montaña. Aunque no todos los ibones del entorno pertenecen directamente al término municipal, el acceso desde Bielsa es uno de los más habituales para quienes practican el senderismo en esta zona del Pirineo aragonés.

Uno de los ibones más destacados es el de Urdiceto, ubicado a aproximadamente 2.400 metros sobre el nivel del mar, bajo las cumbres de Punta Suelsa y Punta Fuesa. Este lago se encuentra represado y su agua es aprovechada para la generación de energía en varias centrales eléctricas cercanas. Es posible llegar hasta sus inmediaciones en vehículos 4×4, tomando una pista que arranca desde Parzán y que remonta el barranco, facilitando así el acceso a quienes no optan por realizar el trayecto caminando.

Más elevado se encuentra el ibón de Marmorés, a unos 2.600 metros, en las faldas del Monte Perdido y el Tucarroya. Este lago se encuentra en un enclave privilegiado que ofrece amplias vistas sobre el valle de Pineta. De sus aguas nace un torrente que cae formando las famosas cascadas conocidas como los Churros de Marmorés, un espectáculo natural reconocido dentro del parque nacional por la fuerza y el sonido del agua precipitada entre las paredes del cañón.

Por último, el ibón de El Cau está situado en un entorno más remoto y salvaje, a unos 2.300 metros de altura, accesible tras cruzar un collado rocoso desde Urdiceto. Este lago glaciar se encuentra bajo las paredes de Punta Fuesa y es el origen del Barranco de El Cau, que desciende hasta el municipio de Bielsa. Su situación apartada y su estado natural lo convierten en un espacio de interés tanto para la conservación ambiental como para los excursionistas que buscan un contacto más directo con la naturaleza intacta.

Monumentos y lugares de interés

El patrimonio arquitectónico de Bielsa conserva varios ejemplos significativos de la historia y la vida cotidiana del municipio. La iglesia parroquial, dedicada a la Asunción, se construyó en el siglo XVI y presenta una planta de tres naves junto a una torre de líneas rectas rematada en un chapitel. Aunque ha sido reformada en diversas ocasiones, mantiene su estructura original y representa un buen ejemplo de la arquitectura religiosa local adaptada a las condiciones del entorno pirenaico.

Otro de los espacios relevantes es la ermita situada en el acceso al valle de Pineta, que acoge la imagen de la Virgen de Pineta. La construcción es modesta y presenta una espadaña dividida en dos cuerpos. La campana original desapareció a mediados del siglo XX sin que existan registros de su paradero. Por su localización, se ha convertido en punto habitual de tránsito para caminantes y romeros que recorren las rutas del valle.

El edificio del Ayuntamiento, del siglo XVI, completa este conjunto patrimonial. De estilo renacentista, se abre en su planta baja con cinco arcos de medio punto sostenidos por columnas macizas. En una de sus esquinas superiores se conserva una torrecilla con troneras, que apunta al carácter defensivo de su estructura original. Tras los daños sufridos durante la Guerra Civil, fue restaurado y hoy alberga el Museo de Bielsa.

Si vas a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.