La campaña “Juntos brillamos más”, impulsada por Ferrero Rocher, ha seleccionado cinco pequeños pueblos de toda España que compiten por tener la mejor iluminación navideña. En la web oficial de Ferrero Rocher se puede consultar la lista de los candidatos y votar entre todos hasta el 30 de noviembre.
Estos cinco municipios semifinalistas representan bien distintas regiones del país: A Guarda (Pontevedra, Galicia), Bullas (Murcia), Cudillero (Asturias), Fuente del Maestre (Badajoz, Extremadura) y Tejeda (Las Palmas, Canarias). Son lugares con encanto, historia y un espíritu local que ahora quieren reflejarse en luces navideñas.
El ganador no será simplemente decorado: la plaza principal y las calles de su casco antiguo recibirán una iluminación especial, con guirnaldas, un gran árbol luminoso y, como guiño al patrocinador, una esfera gigante que recuerda a los bombones de la marca.
Los candidatos y sus razones
A Guarda destaca por su pasado pesquero y su casco viejo, con casas tradicionales y una iglesia de Santa María que conjuga elementos románicos, renacentistas y barrocos. Además, el Monte Santa Trega, muy cercano, ofrece unas panorámicas espectaculares sobre la desembocadura del Miño y la costa gallega.
Bullas, en Murcia, combina un rico patrimonio vinícola con arquitectura modernista. Allí se pueden visitar bodegas centenarias, museos del vino y casas señoriales como la Casa Museo Don Pepe Marsilla, que recrea la vida burguesa de finales del siglo XIX.
Cudillero es uno de esos pueblos costeros que parece suspendido sobre el Cantábrico. Sus casas de colores forman un anfiteatro sobre el mar, su puerto es animado y su mirador ofrece vistas inolvidables. La iglesia de San Pedro y el faro cercano son puntos clave para quienes aman la historia junto al mar.
En Fuente del Maestre, en Extremadura, la Plaza de España es el corazón del municipio. Allí se erigen edificios históricos como el ayuntamiento y la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, y también palacios y conventos antiguos que le dan un aire señorial a su casco urbano.
Finalmente, Tejeda, en Gran Canaria, destaca por su orografía volcánica: sus casas blancas se entrelazan con calles de piedra y miradores sobre riscos. Muy cerca está el emblemático Roque Nublo, y su patrimonio cultural incluye museos dedicados a tradiciones locales y al escultor Abraham Cárdenes.
El concurso no solo premia la belleza lumínica: busca también reactivar el tejido social y turístico de estos pueblos durante la época navideña. Para muchos habitantes, ganar significaría mayor visibilidad, turismo local y una celebración comunitaria muy especial.
La votación sigue abierta hasta el 30 de noviembre en la web oficial de Ferrero Rocher. El voto es popular, y solo los tres con más apoyos pasarán a la final, donde dos pueblos se disputarán el título.
Sea cual sea el ganador, esta iniciativa refleja cómo pequeños núcleos rurales intentan brillar con luz propia durante la Navidad, manteniendo viva su identidad y su patrimonio.