Qué son realmente las geishas: tradición y arte milenario

La palabra geisha (芸者) significa literalmente “mujer del arte”: gei es arte y sha, persona. Lejos de la idea errónea que circula en occidente, no se trata de acompañantes ni de figuras de entretenimiento sexual, sino de profesionales altamente entrenadas en las artes tradicionales japonesas. Esto incluye música, danza, ceremonia del té y habilidades sociales que hacen que cada reunión sea memorable.

En Kioto, se les llama geiko, mientras que en otros lugares de Japón, como Aizu-Wakamatsu o Niigata, reciben el nombre de geigi.

De maiko a geisha: la ceremonia del erikae

Una maiko es una aprendiz de geisha. Para convertirse en geisha de pleno derecho, realiza la ceremonia erikae, o “cambio de cuello”, alrededor de los 20-21 años. En este ritual cambia el cuello de su kimono de rojo y blanco a completamente blanco, señal de su nueva categoría profesional. También sustituye el kimono furisode de mangas largas por uno de mangas más cortas, acorde a su estatus de mujer adulta y experimentada.

Durante los días posteriores al erikae, la recién estrenada geisha pasea por el barrio, entregando noshigami, pequeños papeles que anuncian su transformación y solicitan el apoyo de los establecimientos locales. Finalmente, adopta su vestimenta habitual, elegante pero sobria, dejando que su arte y personalidad sean la verdadera fuente de asombro.

Maiko: el espectáculo de la juventud

Mientras la maiko atrae con kimonos llamativos, obi coloridos y peinados elaborados, la geisha adulta sorprende con su destreza artística y conversación inteligente. La apariencia de la geisha madura es más discreta: el atractivo reside en la combinación de talento, educación y capacidad de improvisar juegos o mantener una charla interesante.

Esta diferencia es clave para entender la profundidad del oficio: no es un trabajo de maquillaje ni disfraces, sino de maestría cultural y presencia.

Mizuage: un rito ya desaparecido

Históricamente, la transición de maiko a geisha incluía la controvertida ceremonia mizuage, vinculada a la venta de la virginidad de la aprendiz. Esta práctica dejó de realizarse hace décadas y fue prohibida formalmente en 1958. Hoy, las ceremonias modernas solo celebran el erikae, centradas en la evolución profesional y artística de la geisha, dejando atrás los malentendidos que popularizó la literatura occidental.

Aspecto visua, kimonos y la esencia del iki

La geisha viste kimonos sobrios, a menudo negros o colores discretos, con obis elegantes y peinados menos recargados que los de la maiko. Los kimonos incluyen insignias de la okiya, la casa de geishas, y reflejan su estatus. Los ornamentos y el maquillaje blanco, con detalles discretos en labios y ojos, subrayan la tradición sin exagerar el impacto visual.

Ser geisha significa dominar el arte del iki: elegancia, discreción y profundidad cultural. Cada movimiento, conversación y presentación está cuidadosamente entrenada para transmitir armonía, cultura y respeto. En barrios como Gion (Kioto) o Kobu, las geishas son guardianas de un legado que combina historia, estética y socialización refinada.