Ha llegado Septiembre y Alex ha recibido una llamada episcopal para rechazarle como padrino de bautizo de su sobrino sólo por ser transexual apelando a normas canónicas que no citan a las personas Trans.
No hay ni una sola palabra en la Biblia que hable de las y los Trans ni en ninguna doctrina oficial. Pero son excluidos por la moral de los prejuicios y de la discriminación social.
En un vaivén eclesial veraniego como el oleaje del océano gaditano el Obispado de Cádiz y de Ceuta dice NO a Alex y luego rectifica y dice que SI y ahora NO otra vez.
Dicen que Dios no muda ni cambia de opinión pero los hombres somos veletas de los vientos que apuntan al viejo poder de una iglesia teocrática y medieval del pecado, o en otra dirección, apuntan a los nuevos tiempos de la Iglesia de la misericordia de Francisco.
Después del primer NO movimos una amplia oleada de denuncia y de protesta en los medios.
En esas fechas tuve el placer de conocer a una maravillosa religiosa carmelita, amiga del Papa, que acompaña a una Comunidad transexual en Neuquén, Argentina, haciendo una gran obra social y humana con ellas.
Le pedí a la hermana que trasladara al Papa la situación de Alex.
A las pocas horas las agencias y los digitales informaban de que el Obispado se retractaba y aceptaba a Alex. Sin embargo no estaban contentos y han recurrido a la curia romana que ha dictaminado el rechazo final de Alex.
Miles de personas podrían apostatar mañana de una Iglesia inquisitorial del pecado y de la culpa. Hartos de ser condenados sin sentencia por ser y no por pecar.
Donde está Jesús?
Jesús no nombró ni Papas ni Obispos sino que eligió a un grupo de pescadores para pescar hombres en las redes del amor de Dios. Hombres excluidos por el dedo acusador de otros hombres.
Acusadores que niegan que todos hayamos sido creados a imagen y semejanza de Dios.
Acusadores que alejan de Dios a los excluidos y que no ven que Jesús nos invita a todos a su mesa pero sobre todo a los rechazados por “impuros”.
Jesús está rodeado de los suyos y los suyos son todos los rechazados por la sociedad y por la iglesia y con ellos comparte la mesa del Amor de Dios.En esa mesa de Jesús hay comida y bebida abundante para todos y para todas sin exclusión.
Alex se va de la Iglesia que le niega y le margina pero Jesús lleva 2000 años fuera de esa Iglesia del Poder.
Jesús sigue pescando a hombres y mujeres para meterlos en sus infinitas redes -no virtuales- sino reales, de Amor.
A Alex le ha pescado el Jesús de la inclusión en la localidad marinera de San Fernando (Cádiz).
Sobre este blog
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