Iker Jiménez ya no mira al cielo…

Iker ya no tiene tiempo de buscar ovnis en el cielo, pasa las horas buscando “tuits” para su cruzada antianimalista.

Las críticas en las redes no le gustan, por eso nos prepara un programa manipulado y torticero hablando del odio en las redes sociales y colocando a los “animalistas, veganos y antitaurinos” como personas violentas y peligrosas que se pasan el día escribiendo“ tuits” en las redes insultando y deseando la muerte a niños enfermos y toreros. Nos equipara con terroristas y enaltecedores del terrorismo, todos en el mismo saco, para que andarse con chiquitas.

Iker ya no busca sucesos paranormales, saca cada cinco minutos la tierna imagen de un niño enfermo Adrian, al que unos desalmados que no representan a nadie le desearon la muerte, y utiliza de forma mórbida y sensacionalista la tragedia de este pobre niño y su familia para sus inquinas personales y satisfacer a sus amiguetes taurinos. Muy bonito señor Iker.

En el culmen de su delirio, lleva a un “naturalista” a su programa y nos dice a todos, que los ecologistas y los animalistas son comunistas infiltrados que quieren entrar en política y quedarse con el dinero público. Boquiabierta me he quedado.

Contemplo ojiplática toda esta serie de despropósitos perfectamente orquestados y maquillados por supuestos “especialistas” para tratar de darle cierto rigor periodístico (sin éxito, por cierto) a semejante chaladura y yo me pregunto.. Iker, ¿Qué te ha pasado?

Eres periodista, y puede que no te guste lo que te digan en las redes sociales, y puede que haya idiotas que se pasen de la raya, pero al menos, en las redes sociales que a ti tanto te disgustan, las personas pueden expresarse, no como en tu programa, donde seleccionas las información y la pasas por tu censura para vender tu producto de: animalistas= peligrosos, terroristas, comunistas, etc..

Vamos Iker ¡Que se te ha visto el plumero! El lobby taurino debía estar el domingo noche aplaudiendo con las orejas. Nunca nadie les había hecho tan maño favor en la televisión, preparando un programa de incitación al odio y al miedo hacia aquellos que luchan por los derechos de los animales y el medio ambiente.

Iker alma de cántaro, creo que no quieres o no puedes entender nada, por favor, ten un poquito de respeto hacia tu profesión y si te queda algo de rigor periodístico, infórmate un poquito mejor, porque andas muy perdido en este tema.

Has ofendido a muchas personas, yo incluida, aunque a estas alturas aunque no lo creas, me han dicho cosas mucho peores que a ti no te interesa sacar en tu programa. Pero lo peor de todo es que has insultado y ofendido a muchas personas que creían en ti, como persona y como profesional. Personas que no son violentas, ni agresivas, ni desean la muerte a nadie, personas que colaboran en protectoras, o recogen animales abandonados por desaprensivos, o van a manifestaciones antitaurinas porque sienten compasión ante la tortura de un animal; Personas que cambian su dieta, dejan de comer carne para sentirse en paz consigo mismas porque sienten lástima por los animales a los que ya no quieren devorar, personas que hacen cosas dignas de admiración ante la más absoluta incomprensión social.

Querido Iker, a ver si te enteras, siendo animalista no ganas dinero, al revés, lo pierdes. Lo pierdes porque aunque llegues justita a final de mes, no puedes dejar a ese gatito a quien alguien atropelló agonizando en la calle, lo recoges y lo llevas al veterinario y créeme, el veterinario te cobra y lo pagas tú, al 21% como si fuera un artículo de lujo, aunque el gato no sea tuyo y lo pagas encantada. Pagas eso y muchas cosas más, que si tienes interés puedes conocer y así hablas con conocimiento de causa.

Espero que te avergüences algún día de este programa y otros tantos en los que tratas de criminalizar un movimiento que, es en lo único que acertaste, es cierto que es imparable. Es una revolución que nace de la indignación humana, del altruismo y la generosidad, porque una persona que hace algo por un animal, por la justicia social o el medio ambiente no lo hace por sí misma, por su interés, sino todo lo contrario, por el bien común y la empatía hacia los seres vivos. No somos iluminados, ni seres excepcionales, ni nos creemos especiales, solo sentimos compasión, el sufrimiento de los seres vivos lo sentimos como nuestro y créeme otra vez, tú también podrías sentirla algún día, se ve que no es algo innato en ti, pero todo se puede trabajar, en eso podemos ayudarte.

*Silvia Mairal para PACMA Aragón