Una aproximación a la vida y obra de Juan Régulo por Leandro Trujillo Casañas

Juan Régulo Pérez (1914-1993). En la Sociedad Esperantista de Tenerife, S. Agustín, 23, La Laguna, Tenerife, a los 76 años de edad. Foto: Leandro Trujillo Casañas, 1990.

La Palma Ahora

Santa Cruz de La Palma —

El profesor Leandro Trujillo Casañas pronunció en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife una conferencia con el título ‘Juan Régulo Pérez, una aproximación a su vida’, en la que indicó a los presentes, en primer lugar, lo difícil que es resumir en una hora toda la vida de una persona y mucho menos la del profesor Régulo, tan amplia y de intrincado recorrido. No obstante, dijo que intentaría hacerlo desde un punto de vista lo más cercano posible a su perfil humano. A continuación transcribimos un resumen de su intervención:

Trujillo Casañas se dirigió a los presentes indicando en primer lugar lo difícil que es resumir en una hora toda la vida de una persona y mucho menos la del profesor Régulo, tan amplia y de intrincado recorrido. No obstante, dijo que intentaría hacerlo desde un punto de vista lo más cercano posible a su perfil humano.

Hizo notar que el histórico edificio, antigua Casa y Colegio de los Jesuitas y hoy sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, sitio en el que se imparte la conferencia, tiene especial significado en la vida del homenajeado, e invitó a los presentes a que imaginaran […] al joven Régulo entrando en este edificio en 1941 con el decidido propósito de matricularse en el primer curso en la Facultad de Filosofía y Letras, que se había creado el año anterior. Este edificio y la casona de los Lercaro Justiniani, situada justo en frente, albergaron las facultades de derecho, ciencias y letras durante muchos años, hasta que en 1953 la universidad se trasladó a su nueva sede, algo alejada de este centro histórico. Régulo, a lo largo de su vida, muchas veces pasó por el mismo portal por el que ustedes han entrado, no sólo en el tiempo que la universidad permaneció aquí, seguiría frecuentando este sitio al convertirse en la sede de las entidades culturales por las que Régulo sintió mucho apego, y a las que dedicó gran parte de su actividad, me refiero a la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, el Instituto de Estudios Canarios y la Sociedad Esperantista de Tenerife […]

Luego, Trujillo Casañas se centró en el nacimiento de Régulo en el caserío de Cueva de Agua, Villa de Garafía, dejando constancia de las difíciles condiciones en las que se desarrolló la primera niñez del doctor Régulo:

[…] Juan Régulo nació en Garafía, Isla de La Palma, el 30 de marzo de 1914.En una de las casas modestas, con tejado a dos aguas, de Cueva de Agua, sitio algo retirado de Santo Domingo que es el núcleo principal y capitalino, donde se encuentra la parroquia bajo la advocación de N.S. de La Luz, donde fue bautizado, y el Ayuntamiento. Entre los 500 y los 300 metros de altura se encuentra el núcleo más poblado de Cueva de Agua, en el que se encuentra la casa natal del doctor Régulo. La cueva que da nombre al poblado se encuentra en el barranco de El Atajo, a unos 400 metros de altura, un manantial y depósito de agua que fue muy importante para proveer a los vecinos. En estas medianías de Garafía, los cultivos se han dedicado tradicionalmente a cereales, almendros, papas y viñas, este es el ambiente en el que se encontró Juan Régulo cuando comenzó a tener relaciones con su entorno.

Garafía, que presenta una orografía atormentada por los tajos de los barrancos, es el lugar más inaccesible de La Palma y ha estado aislada hasta los años sesenta del siglo pasado. Las únicas comunicaciones eran por mar, utilizando los embarcaderos o proís, al pie de la costa acantilada de más de 200 metros de altura, cuando el estado del mar lo permitía, o por caminos de herradura. Por esos embarcaderos salían los productos que tenían demanda en otras poblaciones: el ganado vacuno, cereales, productos forestales (madera, carbón, horcones, leña, etc.). El sistema de embarque consistía en dejar caer al mar tanto los troncos, los haces de leña y horcones como el ganado, para luego ser izados a bordo de las pequeñas embarcaciones de cabotaje, fondeadas cerca de la costa

Se refiera también a uno de los acontecimientos que cambiarían el destino de Régulo, cuando su madre decide salir de Cueva de Agua, con el fín de emigrar a Cuba en 1924, acontecimiento que depararía su residencia prolongada en Santa Cruz de La Palma, donde creció y se formó dentro del marco y estilo de la capital palmera:

[…] En 1924, su madre decide abandonar Cueva de Agua, con sus dos hijos, acontecimiento crucial para su destino. Las condiciones de vida y el estrecho horizonte de aquel pago de Garafía, se convirtieron en una atmósfera irrespirable para doña Emérita que decidió salir de allí a pie, por el camino de la cumbre, con lo puesto y por todo capital un billete de veinticinco pesetas. Fue una huida de la angustia vital insoportable de Cueva de Agua. Por aquel camino de la cumbre, que enlazaba con la capital de la isla y con San Andrés y Sauces, bordeando la cumbre de Los Andenes, por encima de los dos mil metros de altura, para luego descender hasta el destino final, al nivel del mar, en Santa Cruz de La Palma, después de todo un día de camino. Régulo consideró esta decisión de su madre como «una impulsión instintiva; una fuerza como las de las aves migratorias…» (Régulo Pérez, J., 1990: 25). Su madre salió sin saber exactamente dónde ir, «en pos de algo incierto, pero imaginado mejor…» (Régulo, 1990: 25). Pensaba que seguramente el sitio que buscaba, un lugar soñado al que había que ir, les abriría las posibilidades de futuro para sus dos hijos […]

Considera el conferenciante que los acontecimientos que se circunscriben al período 1933-1936, los tres primeros años de la vida profesional como maestro y periodista, son determinantes y hondamente influyentes en la biografía de Régulo:

[…] Las escuelas en donde ejerció como maestro interino durante el trienio 1933-1936, fueron sucesivamente las escuelas de Tazacorte, La Orotava y Puntagorda, el levantamiento militar en julio de 1936, coincidió con las vacaciones veraniegas en Santa Cruz de La Palma, y habría de convertirse en el inicio de una de las épocas más trágicas de su vida.

Para entender mejor los sucesos que le afectaron personalmente debido al golpe militar de 1936 que dio lugar a la cruenta guerra civil que duraría tres años, se deben analizar determinados detalles de su vida en el período inmediato anterior, entre los años 1931 y 1936. A comienzos de 1930 dimitió Primo de Rivera, a quien el ejército y el rey habían retirado su confianza. El rey confió el gobierno al general Dámaso Berenguer. El 15 de noviembre de 1930 aparece en El Sol el famoso artículo de Ortega «El error Berenguer», que terminaba con la frase Delenda est Monarchia, desde ahí al 14 de abril de 1931, todo fue imparable. La II República fue recibida con gran entusiasmo. En este ambiente envolvente y de politización creciente, que se inicia ya en 1929 con las protestas en contra de la dictadura de Primo de Rivera en Madrid, todo ello tiene su eco en toda España, también alcanza la vida de la capital palmera. Desde 1931, Régulo establece relación con jóvenes obreros sindicalistas de La Palma y se siente interesado por las noticias que llegan relacionadas con el proletariado internacional, la Unión Soviética, la situación de la India, la resistencia de los medios obreros europeos al creciente fascismo, la lucha de clases, el libre pensamiento y los derechos humanos. Es su acercamiento a los círculos progresistas y de izquierda en Santa Cruz de La Palma. En 1935 fue elegido presidente de la FUE (Federación Universitaria Escolar) en el Instituto de Segunda Enseñanza, de acuerdo con el modelo del sindicato de estudiantes fundado en la Universidad de Madrid en 1928 por Antoni Maria Sbert i Massanet (1901– 1980). En estas fechas comenzó su colaboración con el semanario Espartaco –periódico de avance, obrero y sindical, órgano de la Federación de Trabajadores de Santa Cruz de La Palma— del que pasó a ser redactor con carnet profesional en 1935 y, ese mismo año, lo es también de Trabajadores de la Enseñanza de Santa Cruz de Tenerife, órgano del sindicato de enseñantes de la UGT. En 1935 se publicó en Las Palmas el primer número de Nia Idealo (Nuestro ideal), primer periódico con texto en esperanto impreso en Canarias, obrerista, cuyo redactor jefe fue José Camino Oliva y del que Juan Régulo fue su redactor en esperanto. De este periódico, que era trimestral, aparecieron sólo tres ejemplares entre diciembre de 1935 y junio de 1936, el último un mes antes del golpe de estado del 18 de julio de 1936 […]

Trujillo considera «una época oscura» los años de cautiverio de Régulo, dando interesantes y poco conocidos detalles de su detención y encarcelamiento, el 26 de mayo de 1937, en la prisión del Partido Judicial de Santa Cruz de La Palma, donde permaneció un año completo. Luego trasladado como preso político, sin haber sido procesado, primero al centro de internamiento especial, situado en los almacenes de empaquetado de la compañía Fyffes en Santa Cruz de Tenerife, y sucesivamente a la cárcel de Rota y a un campo de concentración en el norte de Marruecos hasta abril de 1940.

La vuelta a Santa Cruz de La Palma, una vez liberado, según el Sr. Trujillo Casañas, fue triste y acongojante, estaba derrotado y hundido:

[…] La vuelta a Santa Cruz de La Palma, después de su liberación en abril de 1940, tuvo que ser muy triste y desesperanzada. Sus recuerdos de este momento aparecen puntualmente en alguno de sus escritos, puesto que nunca solía hablar de sí mismo en las tertulias esperantistas, menos de esta época de su vida. Muchos años después, cuando tenía 71 años de edad, con ocasión de su discurso en el acto de su adopción en Garafía, el 13 de septiembre de 1985, recordaría esta llegada a Santa Cruz de La Palma «…me hallé con el hecho de sido inhabilitado a perpetuidad para el ejercicio de la enseñanza y con la anulación de mi título profesional…», esa fue su mayor herida, nada dice de los sufrimientos causados durante los tres años de cautiverio, el golpe asestado por la guerra civil lo había dejado muy abatido, vencido por una fuerza salvaje que «cortó la vida de mi hermano y a mí me dejó en el más completo desamparo…» […]

Decide ir a La Laguna y matricularse en la Facultad de Filosofía y Letras en 1941, fue el comienzo de una nueva etapa, de un verdadero renacimiento personal, a ello se refiere el Profesor Trujillo:

[…] Cuando recibía el pergamino de su adopción en el solemne acto celebrado [en el salón de plenos del Ayuntamiento, el 26 de octubre de 1984, diría refiriéndose a La Laguna:

[…] Llegué, para instalarme aquí, como estudiante, en octubre de 1941, y aquí accedí a la docencia universitaria en octubre de 1945. Venía del exilio interior, a través de cárceles y campos de concentración en Canarias, la Península y Marruecos. Aquí aprendí a orientarme en medio de la “obnubilación de la historia” (Cioran). Aquí empecé a descubrir la fuerza desconocida y salvadora que surge de la extrema debilidad y del desamparo […] (Régulo Pérez, J., 1984: 13).

En la universidad, junto al que fuera su maestro y amigo, don Elías Serra Ráfols, se formó y orientó su vida, fue el comienzo de una nueva etapa. Al finalizar el curso 1944-1945 se graduó con la segunda promoción de Filología Clásica, a la que pertenecían también: Alfonso Armas Ayala, Emma González Yanes, Jesús Fernández Gómez y Luís González Osuna […]

Al referirse a la vida académica de Régulo, Trujillo diría entre otras cosas que fueron muchas y valiosas sus contribuciones como docente e investigador, sin atreverse a intentar abordar todo su trabajo, que por otra parte se puede consultar en los cuatro tomos de su homenaje universitario Serta Gratulatoria in honorem Juan Régulo:

[...] desde su primer nombramiento para el curso 1945-1946 como Ayudante de clases prácticas, adscrito a Historia de la Lengua Castellana, hasta que se jubila el 30 de marzo de 1984, al cumplir los setenta años, siendo Titular de Gramática Histórica de la Lengua Española. Si nos fijamos es todo un ciclo que se abre y cierra en la especialidad de Gramática Histórica de la Lengua. Creemos que en este caso, cuando su propia decisión se impone, nos aventuramos a decir, aparece su vocación verdadera, sus dos campos cultivados de la cultura: la historia y la filología, sin que olvidemos que aquella vocación juvenil de ser escritor no se interrumpió nunca, está ligada a toda su obra escrita en la que no faltan sus contribuciones a la prensa en español y en esperanto […]

Según Trujillo, Régulo dedicaría gran parte de su tiempo y capacidades a su actividad como editor, publicó muchas obras académicas y literarias en esperanto, tomando como base la Imprenta Gutenberg, que había sido creada en Santa Cruz de La Palma en 1897 por los hermanos Hermenegildo y Andrés Rodríguez Méndez y trasladada a La Laguna en 1952.

[…] Régulo editó en esta imprenta libros y revistas, la pequeña editorial recibió muchos encargos académicos y de autores especialistas en diferentes materias. Nobiliario de Canarias, fue la edición más importante, el primer volumen salió en 1952, fue impreso en Santa Cruz de La Palma, bajo la marca Editorial 7 Islas. Los tomos siguientes, figuran con el pie de imprenta Gutenberg, La Laguna, con el sello 7 Islas. De esta imprenta salieron en el período de actividad, entre propios y para otras empresas más de trescientos cincuenta libros, algunos de ellos enciclopédicos, como el mencionado Nobiliario de Canarias que coordinó y corredactó en el período 1952-1967. Desde 1952 a 1976 editó noventa y seis libros en esperanto, con algo más de 19.000 páginas impresas, en algunos fue coautor, otros prologó y a otros puso epílogo. Una obra inmensa muy reconocida. En marzo de 1988 UEA (Universala Esperanta Asocio) hizo el traslado del resto del depósito que quedaba en los almacenes de la antigua imprenta [...]

Finaliza la conferencia, recordando algo de lo que Régulo consideraba como vida perdurable, lo que puede interpretarse de la vida y la muerte según su pensamiento y cosmovisión:

[…] De acuerdo con mi cosmovisión…no hay vida ni muerte, sino sólo metamorfosis…con vuestros actos…me engrandeceré en la posteridad y me remozaré en la gloria, mientras los laguneros sigan pasando por la plaza de mi nombre y mientras las hombres amantes de saber visiten las bibliotecas y hojeen el libro de mi homenaje…habéis logrado la dulce quimera de tramutar, en la alquitara de vuestros acuerdos, mi barro biográfico en metal noble, mi materia perecedera en elixir de vida perdurable […]

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