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La UPNA participa en tres de los cuatro consorcios sobre nutrición y alimentos funcionales financiados por Campus Iberus
La Universidad Pública de Navarra (UPNA) participa en tres de los cuatro proyectos que recibirán financiación de la convocatoria Campus Iberus para la puesta en marcha de consorcios en el ámbito de la nutrición y los alimentos funcionales.
Con esta convocatoria se financian actuaciones que promuevan la agregación de investigadores de las universidades de Iberus, que persigan una agregación de sus capacidades de investigación e innovación, reúnan masa crítica y capacidad de liderazgo de proyectos europeos, según ha informado la UPNA en una nota.
El Campus de Excelencia Internacional del Valle del Ebro (Campus Iberus) está integrado por las Universidades de Zaragoza, Lleida, La Rioja y Pública de Navarra. La citada convocatoria se enmarca en el Convenio de Colaboración firmado con la Fundación la Caixa, dentro del Programa Campus universitarios y crecimiento económico.
Con las ayudas de esta convocatoria, que superan los 42.000 euros, no se financian propiamente proyectos de investigación, sino los trabajos que conduzcan a la captación de fondos, principalmente europeos. En concreto, al constituir consorcios entre universidades, socios y empresas, se constituyen estructuras y se definen estrategias capaces de concurrir a ayudas regionales, nacionales y europeas para obtener la financiación necesaria.
CONSORCIOS FINANCIADOS
El proyecto 'Impacto de las nuevas tecnologías de procesado en la calidad, seguridad y valor nutritivo de los alimentos' cuenta con la participación de 19 investigadores de las 4 universidades, a los que hay que sumar personal investigador del CNTA, un investigador de la Universidad de Perpignan, dos empresas de biotecnología (ZeuLab y Avanzare) y dos agroalimentarias (Idunlleida y Foncasal Trading).
Partiendo de los numerosos avances habidos durante los últimos 30 años en el desarrollo de nuevas tecnologías de procesado de alimentos, los investigadores quieren abordar el efecto “sobre otros aspectos de enorme relevancia relacionados con la calidad y seguridad de los alimentos, como sus propiedades funcionales, la presencia de factores antinutritivos, compuestos con actividad biológica, alérgenos y contaminantes abióticos”.
El segundo de los tres consorcios en los que participa la UPNA hace referencia a los polifenoles de aceite de oliva y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Los polifenoles del aceite de oliva contribuyen a la protección de los lípidos de la sangre frente al daño oxidativo.
El objetivo global de la propuesta pretende generar una plataforma de análisis para caracterizar los aceites de oliva virgen extra producidos el Valle del Ebro. Se hará especial énfasis en identificar aquellos aceites con un alto contenido de polifenoles, que puedan incorporar en su etiqueta la alegación de salud relacionada con el papel del aceite de oliva en la prevención de la enfermedad cardiovascular. Entre los objetivos parciales se propone también un análisis estratégico para crear la marca NutrIberus.
El tercer proyecto consiste en un estudio integrado desde la genética y la agronomía sobre productos alimentarios y químicos para la nutrición y salud humanas. Participan 10 investigadores de las universidades del Campus Iberus y tiene una duración de 3 años.
Se espera que los resultados permitan transferir las innovaciones en producción de cultivos y tecnologías de alimentos a posibles beneficios en la salud, así como poner de manifiesto las propiedades saludables para el futuro desarrollo de productos alimentarios que pudieran incluirse en la dieta diaria para un envejecimiento saludable.
El cuarto consorcio que ha sido objeto de financiación en esta convocatoria se centra en compuestos bioactivos derivados de alimentos básicos y su acción sobre la microbiota y la fisiopatología intestinal.
La convocatoria de ayudas se enmarca en el Plan de acción de la Agroalimentación y la Nutrición de Campus Iberus para reforzar la competitividad y sostenibilidad de un sector que es estratégico para el valle del Ebro y que emplea a 240.000 personas.
