Amorgos: el secreto mejor guardado de las Cícladas griegas

Santa Ana frente al mar. Aquí se rodó parte de la película El Gran Azul. Graeme Churchard (CC)

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Las islas griegas son un verdadero universo inabarcable. En esta parte del Mediterráneo las aguas se convierten en un verdadero laberinto de agua y peñascos de mayor o menor tamaño que es imposible explorar en una vida. Son más de 2.000. Si dedicáramos un día a cada una necesitaríamos cinco años y casi medio para verlas todas sin contar con las horas de travesía marítima que necesitaríamos para dar los 2.000 saltitos. La cosa se iría a diez años o por ahí. Por eso los viajeros de todo el mundo se concentran en cinco o seis islas que forman parte del circuito habitual: Santorini; Mikonos; Milos, Naxos, Rodas… Las Cícladas ocupan una extensa área de mar enterrado entre las costas de la Grecia Continental y el litoral norte de Creta. Sólo las Cícladas suman 220 islas que se concentran en el centro geográfico del mítico Egeo.

Amorgos apunta ya al límite sur de las Cícladas y se encuentra cerca de las primeras integrantes del Archipiélago del Dodecaneso (las islas griegas que se encuentren junto a la costa de Turquía). Es una de las islas más grandes del grupo pero, también, de las menos pobladas: apenas 1.800 personas. Aquí no hay grandes centros turísticos; tampoco escalas recurrentes de cruceros; las playas son íntimas y escondidas; los pueblos, incluyendo los puertos de Potamos y Katapola, son pequeños montoncitos de casas blancas en los que pasa el tiempo sin que pase nada en particular… Un lugar tan apartado que durante siglos fue destino habitual de destierro durante los imperios romano y bizantino. En definitiva, un verdadero paraíso para pasar dos o tres días en un periplo por las islas de Grecia.

El Monasterio de Panaguia Jozoviótissa (Tel: (+30) 2285 071274; Horario LD 9.00 – 13.00 y 17.00 - 19.00) es quizás el lugar más famoso de la isla. Desde la distancia aparece como una enorme mancha blanca en el acantilado de colores pardos (el monte Prophetes Elias) que cae casi a plomo sobre el mar desde una altura de 300 metros. Ahí, como si fuera un balcón, se adosa el antiguo cenobio del siglo IX, uno de los más antiguos y más espectaculares de toda Grecia. El monasterio se excavó literalmente en la ladera de la montaña aprovechando las cavidades naturales y los andenes del acantilado (en algunos lugares la anchura del recinto apenas supera el metro y medio) y guarda viejos iconos de época bizantina. Es un lugar increíble. Uno de esos sitios que a uno se le quedan dentro y que pone de manifiesto el trabajo que los hombres y mujeres de la isla han tenido que hacer para adaptarse a las duras condiciones de esta ‘tierra desnuda’, como dijo el mismísimo Homero en la Odisea.

El hombre lleva aquí más de 6.000 años. De esa época son las piedras pulidas y los restos de cerámica que aún se encuentran con facilidad en la isla. Y después por aquí pasaron todas las grandes civilizaciones mediterráneas que forjaron la historia de esta parte del mundo. Minoa es un buen ejemplo. La antigua ciudad se encuentra a tres kilómetros de Katapola: sus piedras más antiguas datan del periodo minoico y las más modernas las pusieron ahí los romanos y bizantinos. Lo mismo sucede con Tholaria y Arcesina, las otras dos ciudades ‘antiguas’ de la isla (situadas a cada uno de los extremos de la misma). El entorno de Arcesina es ideal para entender la historia de la isla: La antigua ciudad –a la que se llega caminando desde Voroutsis- se yergue sobre un promontorio que domina la costa. Justo en la cima de colina se levanta una Torre de época helenística –el más importante de los vestigios arqueológicos de toda la isla- junto a la Iglesia bizantina de la Santísima Trinidad. Desde esta acrópolis se dominaba no sólo el mar, sino las tierras de cultivo, los pequeños pueblos agrícolas del extremo sur de la isla y los caminos que bajan hasta el mar y las pequeñas calas. El Museo Arqueológico de la isla está en Chora y ocupa un antiguo palacete veneciano del siglo XVI. La colección es pequeña pero interesante y sirve para hacerse una idea de cómo fueron cambiando las cosas en la isla a lo largo de los siglos desde las primeras culturas cícladas a la época bizantina.

Chora es la principal población de Amorgos . Pueblo blanco construido lejos del mar en torno a un antiguo castillo veneciano (siglo XIII) hoy semiderruido justo por encima de Panaguia Jozoviótissa. Verdadero laberinto de callejuelas repleto de pequeñas ermitas y callejones encantadores por los que no es difícil querer perderse. A las afueras, cerca del abismo que cae hasta el mar, una hilera de viejos molinos de viento completa la estampa con las terrazas de cultivo y los pequeños olivares. Aunque la mayoría de los turistas se quedan en la costa aquí hay una buena cantidad de casas de huéspedes, pequeños hoteles rurales cafés y restaurantes. Desde las alturas de Chora se ve el mar más azul que puedas imaginar. Abajo, junto a la pequeña Ermita de Santa Ana, hay una pequeña playa que no tiene más de veinte o treinta metros de longitud. Es un lugar especial. El mar limpio permite ver como las piedras sumergidas van pasando del pardo al celeste y al añil por la profundidad del agua. Aquí se grabó parte de la película El Gran Azul y es un lugar de peregrinación para cinéfilos franceses.

La mayor parte de los servicios se encuentra en Katapola y Potamos, las dos poblaciones ‘portuarias’ (en realidad dos embarcaderos encantadores rodeados por casitas blancas) de la isla. Pero en los pueblecitos del interior también hay casas de huéspedes y restaurantes. Pueblecitos pequeños que, generalmente, se arremolinan en torno a las preciosas ermitas bizantinas que se reparten por toda la isla. Iglesias blancas con cúpulas o ábsides azules que lo mismo están en medio de las casas que solitarias entre los bancales de cultivo o las orillas de las playas. Hay más de cien (sólo en Chora hay como quince o veinte entre las casas). Como la isla es pequeña las irás viendo según vas explorando los rincones. Ya te hablamos de Panaguia Jozoviótissa. Las imprescindibles son –de norte a sur- Agios Ioannis Theologos (San Juan), una preciosa iglesia de principios del siglo VII situada en el extremo norte de la isla que cuenta con impresionantes frescos; la Capilla de Agia Triada (Santísima Trinidad) empotrada en un risquete; Agios Ioannis Chrysostomos (San Juan Crisóstomo), pequeñita pero con frescos impresionantes; Agios Georgios Valsamitis (San Jorge), una de las iglesias proto cristianas más antiguas de la isla construida sobre un oráculo grecorromano dedicado a Apolo y, ya en Katapola, Panagia Katapoliani, que ocupa el lugar de un antiguo templo de Apolo. Pero, como te decíamos antes, las pequeñas iglesias se encuentran repartidas por toda la isla; algunas junto al mar. Éstas son las más fotogénicas: Santa Ana, San Pantaleón y Panagia (todas señaladas en el mapa con cruces moradas).

Las mejores playas se encuentran en la costa oeste de la isla. Junto a Katapola y la Bahía de Aegali (Potamos) hay buenas playas en las que se combinan el azul del mar, las barcas de pescadores y las casas blancas de los pueblos costeros (ideales para hacer esas fotos típicas de las islas griegas). Pero las mejores playas están aisladas. La mayor parte son pequeñas calas, muchas de ellas sólo accesibles a pie. En el mapa te hemos señalado las más bonitas. Para nosotros, las imprescindibles son Agios Pavlos (San Pablo) –justo en frente de la isla de Nikouria-; Maltezi –junto a la iglesia de San Pantaleón-; Santa Saranta;Kato Kampos –ideal para hacer esnorkel-; Playa Paraíso y, sobre todo, la espectacular Playa de Kalotaritisa, con fondos plagados de peces –en el extremo sur de la isla-.

COMO LLEGAR.- La única manera de llegar hasta Amorgos es en barco. Los ferris ofrecen servicios de conexión con el puerto de El Pireo (Atenas) en el continente y con Aegiali; Donoussa; Folegandros; Ios; Iraklia; Koufonissi; Milos; Mykonos; Naxos; Paros; Schinoussa y Syros. A través de cualquiera de estos destinos puedes conectar con otras islas de los diferentes archipiélagos griegos. La Página de Ferries Greece ofrece información actualizada sobre precios, horarios y destinos. Para poner un par de ejemplos, la travesía desde El Piero dura unas ocho horas y el precio del billete ronda los 36 euros. Desde Naxos la travesía dura tres horas y el precio es de 12 euros. Para llegar a Santorini o desde hay que hacer escala en Naxos.

MOVERSE POR AMORGOS .- La mejor manera de moverse por la isla es alquilar un vehículo. Lo ideal es alquilar una motocicleta de pequeña cilindrada que es más que suficiente para moverte con facilidad por la isla (las distancias más grandes rondan los 40 kilómetros). Los precios de las motos rondan los 12 euros al día y la de los coches de baja gama (para vacaciones familiares) los 18 euros diarios. Ver empresas de alquiler de coches y motos en la isla:Thomas;FM Car;Etoile de Mer;Asset;Evdokia's car; Hermes Rent a Car.

COMER EN AMORGOS.- Taberna Mouragio (Katapola; Tel: (+30) 2285 071011) Cocina local centrada en los pescados frescos de la isla. Muy buena relación calidad-precio. Taberna To Panorama (Tholaria; Tel: (+30) 2285 073349) Ambientazo a la hora de cenar con música tradicional en directo y muchísima hospitalidad. Se arma bailongo siempre. Una de las mejores tabernas de la isla a precios más que interesantes y muy buena cocina. TranzisToRaki (Chora; Tel: (+30) 698 882 0049) El clásico entre los clásicos. Buenísima cocina tradicional griega a precios excelentes. Una de las referencias de la isla y el más recomendado por los locales. Ambrosia Gallery (Aegiali Hotel; Tel: (+30) 2285 073393) Es el restaurante del hotel más lujoso de la isla. Cocina griega con toques fusión y alta cocina y menú internacional. La comida es de una calidad brutal, las vistas son inmejorables pero los precios son altos. Para darse un caprichito.

Fotos bajo Licencia CC: Susanne Tofern ; Paul Arps ; Hector Champipis ; Antonis Lamnatos ; Graeme Churchard

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