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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

El secretario general de Podemos Málaga se mantiene en el cargo y se enfrenta a su Consejo Ciudadano

José Antonio Vargas puso su cargo de secretario general de Podemos Málaga a disposición de los militantes y venció. Sin embargo, a la asamblea de este domingo sólo fueron sus fieles, unos 50. Salió ganador del envite y los militantes presentes decidieron que continuase como secretario general, mientras que el sector crítico cumplió su anuncio: no asistió a la asamblea, a la que había denunciado por ilegítima. El sábado habían pedido a Vargas que se fuera sin más, y a la dirección estatal que lo “aparte” si no se retira, asegurando que hace tiempo que no representa a Podemos Málaga. El partido en Málaga tiene ahora enfrentados al secretario general y al Consejo Ciudadano, que no reconoce a la asamblea general.

El objeto de la convocatoria era debatir de manera “sana” sobre la “deriva” del partido y si Podemos “representa el camino” a seguir. Vargas se ha sumado a la convocatoria, el próximo sábado, de un encuentro estatal de “corrientes y organizaciones” del que pretenden que surja un “espacio político y social amplio y de ruptura”. Nunca tuvo el apoyo de la dirección nacional, hace tiempo que perdió el soporte del sector afín a Teresa Rodríguez, y ayer reunió a 50 militantes, los más fieles.

Asamblea “ilegítima”

Los críticos habían emitido un comunicado el día anterior, calificando la asamblea de ilegítima. Firmaron ese comunicado doce miembros del Consejo Ciudadano de Málaga, en el que son mayoría frente a partidarios de Vargas, y siete círculos. En él, acusan al secretario general de la ciudad de actuar de forma “antidemocrática” en representación de los intereses de una facción “ultraminoritaria” y en contra del “interés general del partido”: “José Vargas hace tiempo que no representa a Podemos Málaga”. Por eso pidieron a la dirección nacional que lo “aparte”. Vargas no hará campaña por Podemos.

La asamblea aprobó que Podemos Málaga apoye la convocatoria de un encuentro estatal para crear un nuevo “espacio de ruptura” y reafirmar su “legitimidad” para la toma de decisiones, negándosela al Consejo Ciudadano. Pablo López, uno de los consejeros críticos con Vargas, apareció por el lugar y fue invitado a participar en el debate. No quiso, y dijo que su función es ahora apoyar la campaña para las elecciones generales. Más allá de esa presencia puntual y tensa, los críticos no acudieron al plebiscito. Vargas denunció que la dirección nacional había pretendido acallar la convocatoria bloqueando el envío a la militancia. El anuncio del encuentro fue colgado el jueves en el Facebook de Podemos Málaga al menos en dos ocasiones, y las dos veces desapareció a los pocos minutos.

“El proyecto de Podemos está agotado porque no se nos permite llevarlo a cabo”

El secretario general hizo una evaluación muy crítica de las propuestas del programa de Podemos que ya se conocen. Según él, el partido se ha “derechizado”. “El proyecto de Podemos está agotado porque no se nos permite llevarlo a cabo”, opinó y luego denunció la ausencia de un programa “de ruptura”. Se manifestó en contra de que no se apueste por el impago de la deuda, de que no se nacionalicen empresas del sector energético o de que no se proponga una reforma agraria. También lamentó la supuesta falta de democracia interna. “Podemos hoy no es democrático, y se puede decir así de claro”. “Tenemos que buscar una herramienta, dentro o fuera de Podemos, que fomente la autoorganización, recuperar los lazos con los vecinos, que fomente la movilización”.

Sobre la asamblea sobrevoló siempre la duda de si Vargas y los seis miembros del Consejo Ciudadano de Málaga que le acompañaron dimitirían o no de sus cargos en Podemos. No lo hicieron. “No me voy porque esto es mío. Llevo dos años dejándome la piel y aguantando puñaladas”, dijo una de las consejeras. Pablo Garrido, otro consejero, abogó por continuar en el partido “por responsabilidad”: “Esto es la esencia del asunto: que yo no tengo igualdad de oportunidades con un señor que se presenta al Congreso por Málaga y no ha pisado un círculo, y que ha practicado el nepotismo [en referencia a Alberto Montero]”.

El viernes Montero calificó a Vargas y sus partidarios de sector “ultraminoritario” y “ruido”. Hubo muchas críticas a la configuración de las listas, que en Málaga encabeza el profesor de Economía e incluye a dos personas provenientes de Sevilla en los puestos dos y cuatro.

Vargas lamentó la ausencia de los críticos en la asamblea y su “actitud infantil, porque no vienen a debatir a la cara”. Sin embargo, sus apoyos hoy parecen menos de los que tenía hace un mes. La asamblea de octubre en la que se abrió el debate sobre el partido y a la que tampoco acudieron los críticos, convocó al doble de militantes. “Estamos en familia hoy”, dijo antes de empezar. Los militantes ratificaron a Vargas, enfrentado ya a la dirección nacional, la autonómica y el Consejo Ciudadano de Málaga.