Una veintena de niños ruedan en nueve días dos cortos en un campamento de cine en Sos, el plató de Berlanga

Cuna de Fernando, Rey de Aragón, escenario de La Vaquilla, la Catedral del Mar y ahora, cantera de futuros cineastas, la localidad Cinco Villas de Sos del Rey Católico ha acogido MOVIECAMP SOS, el primer Campamento de Cine que se organiza en Aragón, en casi dos décadas, dirigido a jóvenes de entre 11 a 16 años. Nueve días dedicados por completo al séptimo arte donde los 21 chicos y chicas participantes han tenido la oportunidad de iniciarse en el mundo del cine a través de la creación de dos cortometrajes que ellos mismos han rodado, guiados en todo momento por un elenco de profesores compuesto por profesionales de renombre del cine aragonés.

La inspiración nace en un Campamento de Cine en Madrid hace cinco años, pero la pandemia COVID hizo que Laura Contreras, pedagoga y actriz, dejara la idea guardada en un cajón. A comienzos de este año, la idea sale de nuevo en una conversación con Alberto Samitier, organizador y descendiente de Sos: “de ahí que el campamento se haya celebrado en esta villa aragonesa”.

Finalmente, el proyecto ve la luz de la mano de Barbecho Productions, productora independiente fundada por Víctor Izquierdo, director, productor y montador.

El alumnado ha recibido clases de guion, dirección, producción, fotografía, sonido, interpretación y arte de la mano de Miguel Casanova, Pilar Sicilia, Néstor Rubio, Camino Ivars y Sandra Gómez. Laura Contreras, Víctor Izquierdo y Lara Meléndez, además de ser profesorado, han estado en el proceso de rodaje dirigiendo los equipos junto a Laura Arnaiz, y en ellos los alumnos han trabajado en todas las fases desde el desarrollo y escritura de los guiones, pasando por la preproducción, el rodaje de dos cortometrajes, y el montaje y proyección de los trabajos.

Los niños se han dividido en dos grupos y han rodado dos cortos. Cada uno de ellos ha sido responsable de un departamento durante todo el rodaje: sonido, iluminación, producción, script, ayudante de dirección, etcétera. “Era un reto complicado porque había niños con más conocimiento y experiencia que otros, pero todos tenían la misma ilusión y una gran disposición, y finalmente nos ha sorprendido la gran capacidad que han tenido para desempeñar de manera brillante sus funciones en los diferentes puestos que les asignamos”, confiesa Laura Contreras.

Dos cortos con conciencia social

Los dos cortos que han nacido de esta primera edición de MOVIECAMP SOS han tenido una temática común, el bulling. “Hicimos una lluvia de ideas en cada equipo de rodaje y ambos coincidimos en la temática”, explica Alberto Sanz, uno de los alumnos del campamento. “Muchos niños lo han vivido o lo han visto de cerca y creíamos importante visibilizarlo”, añade Vera Berges, otra alumna del campamento. Los títulos de los cortos resultantes son 'Cosas de Niñas' y 'Lo que no quieres ser' y, aunque ambos comparten temática el final es muy diferente en cada uno de ellos por la implicación de los adultos: “En uno los adultos deciden actuar y en el otro no, queríamos demostrar el papel importante que tienen los adultos en este tema que nos afecta a los niños”, subraya Alberto Sanz.

Más que un campamento de cine

Quién no recuerda aquellos veranos de risas y libertad en las calles de los pueblos al caer la tarde, cenar de bocadillo y correr y contar historias después de pasar el día en la piscina, en el río, jugando con tus amigos, los amigos del verano. Imagina un campamento en el que además de esa sensación de libertad estival en la que parece que todo es posible, los niños y niñas sintieran un flechazo instantáneo, una conexión basada en el entendimiento y el respeto que nace de un amor compartido, el cariño por el cine.

“Sentir que todos nos entendimos desde el primer momento, porque estábamos compartiendo algo que para todos es importante en nuestra vida, pero que no siempre la gente en nuestro alrededor lo entiende”, es lo mejor que se lleva Alberto Sanz, vecino de La Joyosa que a sus 16 años explica con madurez cómo “tener inclinación hacia el cine o las artes” sigue siendo visto como algo “raro” entre los jóvenes de hoy en día. Como él, otros 20 niños y niñas han aprendido en las master class, en el rodaje y en la gala final que ellos mismos organizaron pero, sobre todo, se han sentido “parte de algo” sin sentirse “juzgados”, pudiendo desplegar todo su ser y su conocimiento en estos diez intensos días de cine.

“Mi hijo ha encontrado su centro” o “está feliz por haber tenido su lugar entre otros niños con las mismas inquietudes”, son frases que las familias comparten después de este campamento. “Ha sido muy intenso, pero creemos que el resultado ha sido muy bueno”, explica Laura Contreras que ahora hace balance de todo lo vivido y reconoce que es momento de evaluar, “vamos a recoger el impacto en las familias, los alumnos, el equipo y el profesorado, para hacer autocrítica y seguir adelante, hemos estado meses imaginando, y aunque seguro que hay cosas que se pueden mejorar, ahora el balance es muy positivo”.

Valorar el trabajo en equipo

Los niños, que han estado al mando de todo el proceso, confiesan que una de las partes más complicadas ha sido grabar en exteriores “¡se escuchaban todos los ruidos en la grabación!” y otra mantener la continuidad “no era fácil que todo estuviera en el mismo sitio al retomar la grabación o volver a hacer una misma toma”. Detalles que, para muchos ni siquiera existían antes de participar en este campamento.

Sin embargo, tras nueve días de intenso trabajo, su forma de ver el cine y de valorarlo, ha cambiado, y para bien. “Yo siempre he querido ser actriz”, explica Vera Berges, una niña de Movera que a sus 10 años ya ha participado en rodajes y que se desplaza a Madrid los fines de semana para estudiar y trabajar en el mundo del cine. Ahora, y gracias a su participación en este campamento, Vera a conocido aspectos de la industria y de ella misma que desconocía: “He aprendido que todos los departamentos son importantes y ahora valoro mucho más el trabajo que hay detrás de las cámaras”. Tanto lo valora que se plantea en un futuro trabajar en dirección y en producción: “Me gusta ayudar a la gente, y en producción apagas fuegos, buscas soluciones, creo que es un trabajo divertido y que lo haría bien”, añade la joven actriz.

Otros participantes han confesado que la unión que han sentido en el set de rodaje les ha impresionado: “no hemos tenido discusiones, nos hemos cubierto los unos a los otros ayudándonos para que el trabajo saliera adelante”, confiesa Alberto, que ahora sabe que ser actor no es el techo, y que mira con interés el papel que desempeñan los ayudantes de dirección y la script.

Una primera edición con escaso apoyo y con mucho éxito que vaticina más

Los niños llegaron a Sos de Rey Católico el día 23 de julio y se despedían entre abrazos, lágrimas y promesas el día 31. Todos quieren más ediciones: “Me gustaría volver a participar el año que viene para seguir aprendiendo otros papeles dentro del mundo del cine”, asegura Vera, a lo que Alberto asiente sonriente que, a sus 16 años, al igual que otras compañeras, pide que la edad para poder participar se amplíe a los 17 años.

También Laura Contreras tiene muchas ganas y muchas ideas para seguir adelante con este proyecto el verano próximo: “El equipo nos reuníamos por las noches y todos compartíamos la ilusión de poder volver a vivir esta experiencia, con más niños, más actividades y más colaboraciones de profesionales”. Sin embargo, hay mucho trabajo detrás de una propuesta como la de este campamento, que casi no sale adelante por falta de apoyos.

“Tocamos muchas puertas, llegamos tarde a las ayudas del Gobierno de Aragón a campamentos, y de alguna manera, entendemos que, al ser un proyecto nuevo, no entraran instituciones, pero esperamos que lo hagan para la próxima edición”, comenta la actriz. A pesar de la falta de financiación, consiguieron una partida económica de Caja Rural, el ayuntamiento de Sos ha colaborado con la cesión de espacios en la localidad y la empresa Iberitos “ha sido nuestra proveedora de almuerzos y meriendas, la verdad es que nos han cubierto comidas que de otra forma tendríamos que haber puesto nosotros”, agradece la directora del campamento.

Las matrículas de los niños han servido para costear el albergue, la manutención y otras necesidades de materiales para las actividades del campamento. Sin embargo, la respuesta de los profesionales que han impartido las clases y otros como el actor Jorge Asín ha sido maravillosa. “En el caso de Jorge, se ha prestado a rodar bajo la dirección de los niños, salió de él y ha venido con el mismo interés y profesionalidad que cuando es Paco León quien le llama para trabajar. Ha sido muy bonito y un ejemplo para los niños y niñas del campamento”, valora la actriz y profesora Laura Contreras.

“Proyectos como este, te reconcilian con la profesión”

El objetivo de este campamento era que el alumnado desarrollara sus capacidades, potenciando su creatividad y sus inquietudes artísticas en el mundo del audiovisual. Su apuesta por el trabajo en equipo y la transmisión de valores educativos a través del cine y de la convivencia se ha conseguido también gracias a la labor de la directora de tiempo libre Andrea Sebastián y la monitora Lucía Meléndez, ambas partes del equipo fijo del campamento.

Con ellos, los 21 participantes han tenido oportunidad de explorar la localidad y los paisajes y enclaves de esta villa de cine que les han servido como escenario para sus dos producciones. Con sorpresa incluida, porque Luis Esteban, realizador de Televisión Española jubilado y afincado en Sos, les regaló una velada nocturna en la que proyectó cine clásico y expuso sus antiquísimos proyectores a los niños: “Fue una noche muy especial, se puso en contacto con nosotros, lo organizó todo y le estamos muy agradecidos porque nos hizo vivir un Cinema Paradiso en directo”, confiesa la directora del campamento.

En esta experiencia el alumnado ha aprendido a afrontar sus miedos y sus inseguridades, y lo han hecho apoyándose los unos en los otros; “no importaba nuestra edad o lo que cada uno supiera, todos hemos sido compañeros y nos hemos ayudado en todo momento”, aseguran Vera y Alberto, que han quedado en seguir en contacto después de esta experiencia tan enriquecedora para ellos. Y el profesorado también se lleva su parte de aprendizaje: “Como actriz en activo creo que hay cosas que conforme pasa el tiempo se te olvidan, cosas como la ilusión, la capacidad de soñar, y ellos hacen que esas llamas no se apaguen dentro de mí”, agradece Laura Contreras.