El fin del salmón en Asturias: los conteos ofrecen la cifra más baja de la historia con 472 ejemplares

Negro panorama para el salmón en Asturias. Los conteos llevados a cabo por los buzos del Principado de Asturias, y que se han trasladado a las sociedades de pesca del Principado en una reunión celebrada esta semana, arrojan unos datos más que preocupantes. De hecho, se trata del registro más bajo de la historia: solo quedan 472 ejemplares en las cuencas asturianas.

La Coordinadora Ecoloxista de Asturias solicita la veda de la pesca en la región de forma inmediata.

Solo 130 capturas

En concreto, se han contabilizado 263 ejemplares en la cuenca del Narcea; 140 en la del Sella; 50 en la del Cares y 19 en la del Esva. Es, “con mucha diferencia, la peor cifra de los últimos años, cuando se llegaron a alcanzar hasta 2.000 salmones”, concretan desde la asociación ecologista.

Fructuoso Pontigo, portavoz del colectivo, aporta otro dato y explica que, desde 1949, cuando se instauró el precinto obligatorio de los salmones pescados, hasta la actualidad se ha pasado de capturar una media de 5.000 salmones anuales , con años que superaban los 7.000, al mínimo histórico de los 130 ejemplares en la última campaña.

Peligro de extinción

Los números preocupan y los ecologistas solicitan que se declare de inmediato a la especie “en peligro de extinción” y que se mantenga una veda total, al menos hasta que muestre algún signo de recuperación.

Son las sociedades de pesca las que llevan trabajando en los últimos años a través de repoblaciones de ejemplares criados en cautividad para lograr que el salmón atlántico no desaparezca. Sin embargo, los esfuerzos no ofrecen los resultados esperados.

Las repoblaciones en duda

Además, los biólogos consideran que las repoblaciones no son la fórmula para salvar a la especie: “Suponen un problema añadido a la biodiversidad de los ríos, al reducir la variabilidad genética de las especies repobladas”, concretan.

La Coordinadora Ecoloxista reclama que las actuaciones deben centrarse en la recuperación de los ríos y las riberas, “eliminando los obstáculos que dificultan o impiden el remonte de los peces y manteniendo en buen estado los frezaderos”, además de la veda total de la pesca en todos los ríos de Asturias.