Andreas Klier gana la decimotercera etapa entre el diluvio y el granizo

El alemán Andreas Klier, del T-Mobile, logró la victoria al esprint en un mano a mano con el holandés Tom Stamsnijder -Gerolsteiner- en la decimotercera etapa de la Vuelta que se disputó con momentos de diluvio y granizo entre Hellín y Torre Pacheco, de 176 kilómetros, en la que el ruso Denis Menchov conservó el maillot oro de líder.

Klier, de 31 años, impuso su astucia y veteranía para anotarse su primera etapa en una carrera grande ante un novato, Stamsnijder, que le arrancó a falta de un kilómetro y se desfondó a 100 metros de la línea, donde el alemán solo tuvo que acelerar ligeramente para celebrar su estreno.

Ambos corredores fueron junto al francés Jeremy Roy los héroes de la jornada, ya que hicieron buena la primera fuga reducida de la presente edición, rompiendo el guión establecido y de paso la monotonía en la que había caído la Vuelta, que vivió momentos casi dramáticos por una tormenta de agua y granizo que amedrentó al más valiente. Agua, mucha agua en una región necesitada del líquido elemento.

El alemán marcó en meta un tiempo de 4h.01.52, el mismo que Stamsnijder, de 22 años, un enorme neoprofesional que pagó la novatada de atacar a destiempo. La tercera plaza fue para Roy, a 24 segundos, y el pelotón llegó con los italianos Daniel Bennati y Alessandro Petacchi al frente a 4.03 minutos de Klier, que tiene en su palmarés la Gante Wevelgem de 2003.

“La etapa no arregla los problemas del ciclismo alemán, no 100 ni 200. Lo que hay que cambiar es el ciclismo en general. Siempre habrá gente buena y mala y mi equipo lucha para limpiar este deporte”, señaló Klier.

Los favoritos llegaron en el primer grupo, por lo que Denis Menchov mantuvo las diferencias de 2.01 y 2.27 minutos sobre su compatriota Vladimir Efinkin y el australiano Cadel Evans, segundo y tercero respectivamente. Carlos Sastre, primer español, es cuarto a 3.02.

La primera fuga exitosa de la Vuelta se formó en el kilómetro 20 con el trío formado Stamsnidjer -Gerolsteiner-, Jeremy Roy -Francaise- y Andreas Klier -T-Mobile-. Juntos aunaron energías por las inmensas llanuras de Albacete y Murcia, hasta alcanzar diferencias de hasta 10 minutos. Y juntos vivieron los momentos que marcaron el viaje hasta Torre pacheco.

Una etapa de las consideradas tranquilas se transformó en un infierno en el ascenso a Puerto Espuña -3a-, donde la lluvia transformó la carretera en un río por donde apenas se podía transitar. El agua mutó a granizo pasado el kilómetro 100. Una descarga que machacó materialmente las espaldas de los corredores, de los fugados, que marchaban con más de 8 minutos de ventaja y de los perseguidores, que ya habían empezado a reaccionar porque la victoria se escapaba.

Y por si fuera poco, montonera en el pelotón

Más sorpresas. En el kilómetro 121 se produjo una monumental montonera. Muchos heridos que hicieron trabajar a destajo a los médicos de carrera. El belga Stijn Devolder, el alemán Erik Zabel y el español Santos González, entre los afectados por el accidente.

No hubo acelerones en el grupo de espaldas mojadas durante el percance. El grupo se dividió en mil pedazos, pero un poco de solidaridad en estos tiempos no vino mal para juntar de nuevo a todos los corredores en un solo grupo, que marchaba con un retraso de 8.40 a 30 kilómetros de Torre Pacheco.

La suerte estaba echada en favor de Stamsnidjer, Roy y Klier, que se iban a disputar la etapa, pero en el pelotón hubo más leña ante la aparición lateral del viento que provocó abanicos y cortes.

El Caisse D'Epargne reventó el pelotón. Formó un grupo delantero con 23 corredores en el que entró el líder Denis Menchov y los Evans, Sastre y Samuel Sánchez. Todos atentos ante la hábil maniobra de los chicos de Eusebio Unzue. Espectáculo, por fin, en la Vuelta, en un día hostil.

A 5 kms de meta probó suerte Klier, sin éxito, ya que se le pegó como una lapa Stamsnijder, pero al menos soltaron a Roy, que marchaba fundido. Ambos se presentaron en la recta de llegada. El veterano contra el novel. El atrevimiento juvenil de éste último le impulso a demarrar con fuerza a falta de mil metros.

Klier ni se inmutó, se pegó a la matrícula de Stamnidjer y le superó con facilidad en esta llegada inédita, con tiempo para recrearse en la celebración. Cuestión de fuerza y de años en la profesión. El héroe del diluvio, el día que no hubo esprint masivo.

La decimocuarta etapa de la Vuelta se disputará entre Puerto Lumbreras y Villacarrillo, de 207 kilómetros. Cuatro puertos de tercera salpican el recorrido, con perfil ondulado, propicio para las aventuras, si es que alguien tiene ganas.

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