El Athletic sale vapuleado frente al subcampeón de UEFA
BREMEN (ALEMANIA), 1 (EUROPA PRESS)
El Werder Bremen ganó la batalla por el liderato del Grupo L de la UEFA Europa League ante el Athletic Club, que cayó vapuleado en el Weserstadion ante un rival que dejó patente su vitola de favorito y dejó al desnudo las carencias del equipo bilbaíno, cuyo juego distó mucho de aquel que hizo soñar al inicio de temporada.
El Athletic buscaba un triunfo de prestigio europeo ante uno de los grandes de la Bundesliga que le pondría en franquicia el pase a los dieciseisavos; un buen resultado que, además, frenase su mala racha de la última semana, tras las dos derrotas ligueras en Tenerife y, por goleada (0-4), ante el Sevilla en San Mamés. Pero salió noqueado del Weserstadion.
Los dos goles del conjunto germano en la primera mitad dejaron, además, en evidencia el planteamiento de Joaquín Caparrós que apostó por el “músculo” colocando a Carlos Gurpegi como interior derecha y dejando a David López en el banquillo. El experimento le salió rana al de Utrera porque el Werder Bremen nadó como pez en el agua de las carencias del Athletic por las bandas.
No tardó mucho en avisar el subcampeón de la UEFA, con un fuerte disparo de Mesut Özil en el minuto 16, tras un buen desmarque, que Iraizoz detuvo bien. Fue el preludio de lo que llegaría dos minutos después, con el joven internacional alemán como protagonista de una buena volea que Hunt aprovechó tras un despeje fallido de Castillo para empalmar un derechazo y marcar el primer tanto del Bremen.
Gaizka Toquero tuvo en sus botas la oportunidad con mayúsculas de igualar la contienda tras un espectacular pase atrás de Fernando Llorente. Pero el delantero alavés no supo aprovechar ese balón y falló al querer pegarle con la zurda. Poco después tampoco acertó con la diestra.
La fallida ocasión rojiblanca de acortar distancias tuvo una rápida y contundente respuesta por parte del Bremen, que a cinco minutos del final amplió su ventaja ante una nueva indecisión de la zaga rojiblanca. Pizarro aprovechó un gran centro de Marin para encarar a Iraizoz y luego asistir al central Naldo que chutó prácticamente a puerta vacía, anotando así su séptimo gol de la temporada y el tercero en la Europa League.
Con el Athletic a merced de su rival y con el tiempo de camino al descanso, aún le dio tiempo a Özil para dar un último susto a los bilbaínos encarando solo a Iraizoz, que detuvo sin problemas.
EL GOL DE LLORENTE ANTE DIEZ
En la reanudación, con la lluvia arreciando sobre el Weserstadion, Caparrós decidió hacer dos cambios. Se fueron Toquero y Gabilondo, y entraron Muniain y David López. Pero la entrada del riojano no varió el dibujo de Caparrós, que decidió mantener a Gurpegi como interior.
Pero si cambió la actitud del Athletic, que después de ser un muñeco en manos del Bremen decidió arrebatar al conjunto alemán la hegemonía del balón y empezó a combinar, haciendo que la defensa germana se tuviera que sacudir la pereza después de un primer tiempo ociosa.
Un entrada brutal por detrás a Muniain y otra a Castillo le costó a Niemeyer la expulsión por doble amarilla cuatro minutos después de saltar al campo. Contra diez, el Athletic intentó enmendar la plana con más corazón que acierto.
El tanto de Fernando Llorente, un trallazo con la zurda a la media vuelta, abrió una tímida puerta a la esperanza en el minuto 90. Con tres minutos de descuento aún por delante, el sueño de empatar aún era posible.
Pero un penalti de Amorebieta sobre Özil, que se escapó de cinco hombres en un contraataque, hizo trizas la ilusión rojiblanca. El capitán del Bremen, Frings se encargó de materializar el desastre y la derrota del Athletic, la tercera consecutiva de un equipo cuyo gran inicio de temporada parece ahora un espejismo.