Contador se doctora en los Pirineos

El español Alberto Contador (Discovery) alcanzó la gloria al alzarse con el triunfo en la primera etapa pirenaica con final en alto en un duelo, mano a mano, de grandes escaladores con el líder, el danés Rasmussen, con quien eliminó a los principales rivales con un final emocionante que colocó a ambos corredores como claros candidatos al Tour de Francia.

Contador, impresionante, culminó una hermosa victoria en la cima de Plateau de Beille, en una inolvidable decimocuarta etapa que iluminó las esperanzas de que pueda haber un ganador español en París. Ganó la partida de escaladores a Rasmussen, más líder de lo que parecía, y alzó los brazos, cerca del cielo, con un tiempo de 5 horas, 25 minutos y 47 segundos, el mismo que su rival.

El corredor madrileño, de 24 años, aguantó la selección en el último ascenso que culminaba los 197 kilómetros de recorrido desde la salida de Mazamet y destapó sus condiciones de escalador. Se llevó además 20 jugosos segundos de bonificación y aplicó un serio correctivo a los aspirantes de la general. Puso su nombre en la cima pirenaica junto a los de Marco Pantani y Lance Armstrong. Un presagio.

El colombiano Mauricio Soler (Barloworld) fue tercero a 37 segundos, Leipheimer (Discovery) cuarto a 38, Carlos Sastre, siempre entre los grandes, quinto a 53 y Evans y Kloden a 1.52. Peor le fue a Kashechkin, que cruzó a 2.23. El naufragio del Astana lo certificó Vinokourov, totalmente extraviado.

El brillo de Contador le faltó a Valverde, que terminó de confirmar la mala imagen que ofreció en la cronometrada de Albi. El murciano se dejó en su calvario 3.45 y en la general es noveno a 9.45.

De manera que Contador, ya en el segundo escalón será el abanderado español hasta el final. No será fácil desbancar a Rasmussen, que le aventaja en 2.23, pero queda terreno. El australiano Evans retrocedió al tercer puesto a 2.04. Les siguen Leipheimer a 4.29, Kloden a 4.28, Sastre es sexto a 5.50 y Kashechkin séptimo a 6.58.

Los españoles estuvieron especialmente activos en las escapadas de la jornada. En la más destacada que se formó en el kilómetro 36 entraron cinco: Gutiérrez (Caisse D'Epargne), Rubén Pérez y Amets Txurruka (Euskaltel), Carlos Barredo (Quick Step), Toni Colom (Astana), con el bielorruso Kuschynski (Liquigas) como acompañante.

En el ascenso al Col de Pailheres (categoría especial, 17 kilómetros al 7,2%), el protagonismo en cabeza fue para los dos hombres del Euskaltel, Colom y Gutiérrez, que coronaron en cabeza. A 2.37 cruzó el colombiano Mauricio Soler (Barloworld) y a 2.48 el líder Rasmussen con los ejecutivos de la carrera.

Hundimiento de Vinokurov

Allí estaban los Contador, Valverde, Sastre, Kloden, Evans. Casi todos, pues Vinokourov tiró la esponja en la subida, con un tremendo sufrimiento que cargó hasta la cima, donde acumulaba un retraso de 5.15 respecto a sus verdaderos rivales. El kazako, que apartaba a las cámaras de televisión para que su agonía quedara en algo privado, mostró la imagen inversa a la grandeza de la contrarreloj de Albi.

Con Vino ya fuera de la pomada, el descenso de Palhieres fue lo más parecido a un intento de suicidio por parte del cuarteto español de vanguardia, a toda mecha por una carretera estrecha plagada de cerradas curvas. A pie del puerto definitivo la renta de los guerrilleros de la jornada era de 3.15 minutos.

En el definitivo Plateau de Beille (categoría especial, 16 kilómetros al 7,8), un puerto para escaladores puros, se desencadenó la refriega esperada en una etapa noble. A 11 kilómetros de meta se descolgaron Valverde, Pereiro, Astarloza y Mayo. Empezaba el proceso de selección de los más fuertes.

El ucraniano Popovych (Discovery) pasó el primer el filtro con una marcha demoledora que descolgó a Kloden. Luego salió a escena Contador, le imitó Rasmussen, y al tercer latigazo se quedaron solos para alcanzar a Toni Colom, el último de la fuga, y jugarse la victoria. Tres kilómetros por delante. El español y el danés como un tiro. No en vano son actualmente los mejores escaladores del pelotón

Hubo negociación. Rasmussen le ofreció a Contador la etapa a cambio de tirar y el madrileño tiró. Lo que no se esperaba es que el líder le atacara al final, por la victoria. Pero el pollo tampoco se esperaba la triunfal respuesta del halcón del Discovery. “No ha tenido palabra”, lamentó la perla del ciclismo español.

La segunda jornada en Pirineos ofrece una etapa serrucho con cinco puertos entre Foix y Loundenvielle, de 196 kilómetros. Un recorrido donde esperan el Col D'Aspet (Segunda categoría), el Col de Menté (Primera categoría), el inédito Port de Balés (categoría especial, 19 kilómetros al 6,2%) y el Peyresourde (Primera categoría), antes de afrontar los últimos 12 kilómetros hasta la meta. Montaña para todos los gustos y todo tipo de aventuras.

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