Paco Jémez: “Los jugadores también deben pagar con su trabajo si lo hacen mal”

Toni Cruz y Paco Jémez.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

El nuevo técnico de la UD Las Palmas, Paco Jémez, ha afirmado que a pesar de ser “el cuarto entrenador que pasa por aquí” ya se ha acabado “el tiempo en el que sólo se le cortaba la cabeza al preparador. Los jugadores también deben pagar con su trabajo si lo hacen mal”, un requisito que pidió antes de llegar a Gran Canaria: “Quiero que se suplan los puestos que yo diga con las características que yo necesito”.

“Para traer jugadores tenemos que sacar y entiendo que el primero que debe enterarse es el  futbolista. Se van a tomar decisiones pero los primeros que se enterarán son los jugadores y por muy mal que me siente, tengo que tomar yo las decisiones” ha explicado.

Jémez --que ha descardado la incorporación de Sergio Araujo porque no lo necesita ya que tiene a otros jugadores en esa posición y otras prioridades-- ha reconocido que la llegada del centrocampista Gabriel Peñalba fue una petición suya porque es un jugador “muy disciplinado tácticamente, muy profesional que va a venir a ayudar”, pero aclara que no va a “echar a doce futbolistas y traer a doce jugadores” porque cree que con el grueso de lo que ya hay “se puede hacer un buen equipo” una vez se solucionen los problemas de los que adolece el conjunto. 

A juicio del entrenador la principal carencia de la UD Las Palmas (último con 11 puntos en 17 partidos y 38 goles encajados) es mental: “En estos momentos el principal problema es de confianza, mental, de creer que no tenemos las herramientas necesarias para ganar partidos y eso es muy frustrante para el jugador”.

Por ello, se mostró deseoso de empezar a trabajar ya y, antes que nada, “cómo están ellos, como se sienten, que es la parte más importante y la que me falta por conocer”, ya que ha dicho que ya ha visto algunos partidos de los amarillos y tiene una idea de cómo debe corregir aspectos tácticos. 

“Primero hay que admitir que hay un problema para poder solucionarlo. A partir de ahí los jugadores deben recuperar su mejor estado anímico y mental. Y esto nos llevará a recuperar la identidad y a jugar bien, generar confianza para competir contra cualquier equipo”, señala Jémez.

El técnico considera de esta manera que competir va de la mano a la confianza que tengan los futbolistas en cada momento y así podrá salir Las Palmas de “esa montaña rusa de resultados, con partidos muy buenos y otros muy malos”, y asimilar su idea de juego, que es “la misma de siempre: si no somos capaces de jugar mejor que el contrario no ganamos”.

Para conseguirlo el principal “hándicap es el tiempo, no tenemos un mes y medio de pretemporada, tenemos cuatro días, que nos van a venir muy bien para trabajar y ganar tiempo”, pero se muestra convencido de que los jugadores “tienen suficiente calidad para acelerar este tiempo”.

“Cuando juguemos contra el Valencia no vamos a ganarles si no jugamos mejor. Los equipos que ganan, ganan por más potencial o porque son capaces de hacer más cosas en el campo. Los partidos se ganan haciendo cosas y normalmente más cosas que el contrario, y lo que haces hay que hacerlo bien” receta Jémez.

“Yo firmaba ganar la mitad de los partidos y perder la otra. Sabemos los números que tenemos que sacar y los empates nos dejan más en Segunda División que en Primera. Yo quiero ir a ganar y confío en la capacidad de este equipo”.

El entrenador ha confesado que le gustaría ver un equipo como el que entrenó en la temporada 2009/2010 y 2011/2011, que ha sido “lo mejor que he visto en mis equipos, junto a alguna etapa en el Rayo Vallecano” y con el que disfrutó “muchísimo”.

Sin embargo, de aquella etapa ha reconocido que tiene “una espinita” clavada porque, una vez consiguió la salvación, al año siguiente el proyecto era de canteranos y la política salió bien al principio, jugando “muy bien” y llegando a situarse como líderes en Segunda División. “Luego vinieron las lesiones y comenzaron los malos resultados. Yo estoy seguro que si hubiésemos mantenido al equipo entero la cosa hubiera cambiado muchísimos. Pero el fútbol es así”. 

Por ello, ve también su llegada a la isla esta temporada como “una segunda oportunidad” para resarcirse en un equipo cuya afición no solo pide ganar, sino también hacer buen juego, algo que le motiva: “A mí eso me parece importante, yo siempre he sido defensor de ganar partidos haciendo algo. Me motiva el futuro de esta entidad y creo que se pueden hacer las cosas mucho mejor de lo que se han hecho”.

Para Jémez, entrenar a la UD Las Palmas “es una exigencia personal más que deportiva” ya que se encuentra en un “charco hondo de cojones” y nadie le aconsejó que aceptase la oferta, pero está en Gran Canaria porque le motivan “mucho estos retos, sobre todo cuando todo está en contra, son los que te hacen mejorar y crecer. En México hemos crecido muchísimo porque el reto era complicado y lo conseguimos sacar adelante a pesar de las críticas”.

El técnico quiso quitar hierro al asunto de la indisciplina de los futbolistas de la UD Las Palmas porque cree que es un “tema muy socorrido cuando las cosas van mal”, pero sí matiza que la situación en la que se encuentra el equipo “es tan comprometida y tan difícil no voy a permitir que lo hagan más difícil los jugadores”, y ha ejemplificado que si a él lo pillasen con copas a las seis de la mañana está dando a entender que no le importa que el equipo vaya último y pierda partidos.

“A partir de ahora las cosas van a funcionar de otra manera, yo sé que los jugadores son buenos profesionales y no quieren ser últimos, por eso nos harán caso: nosotros no venimos con un látigo, todo lo que hacemos lo hacemos con convencimiento”, aclara Jémez.

Todo ello con una finalidad muy concreta: “Hay que demostrarle a la afición que nos importa. Lo primero que hay que hacer es recuperar a la afición, porque sino estamos abocados al fracaso. Tenemos que remar todos en la misma dirección. Ya podemos hacer las cosas lo bien que queramos que sin su apoyo, su cariño y su exigencia no llegaremos a ningún lado. Ningún equipo es capaz de nada con la afición en contra. Pero primero tenemos que darle a la afición una sensación de que aquí ha cambiado algo. Y si se pierde un partido, que se pierda corriendo más que el rival”.

Jonathan Viera

“El cabrón es capaz de levantar a la gente de su asiento. Lo que él tiene es diferente, no sé de donde lo ha sacado, pero para mí es un lujo contar con un jugador como él y tengo claro que, si alguna vez entrenase a un equipo grande, me llevaría a Jonathan, porque es un jugador de equipo grande”, alaba Jémez.

Por ello, considera que la exigencia sobre Viera debe ser “máxima” porque debe entender que “no ha dado lo mejor que tiene”, ya que “esa manera de jugar que tiene debe volcarse en beneficio del resto del equipo”. 

“Ahora es mucho más maduro, a pesar de que siempre brilla, y ahora es capaz de trabajar para el equipo y a su alrededor se puede crear lo que quieras, pero siempre hay que hacerlo en beneficio del equipo. Es muy participativo, pero también muy desesperado y va a posiciones que no debería ir. Pero eso se trabaja”, incide.

Sergi Samper

El entrenador, cuestionado sobre el papel que va a desempeñar el jugador tras la llegada de un nuevo centrocampista, solo ha dicho que en los partidos que ha visto de la UD Las Palmas no ha jugado y, por ello, no sabe nada.

“Yo lo conozco y quiero ver cómo está. Ya tengo una idea de lo que se puede hacer, pero no voy a tomar una decisión hasta que no vea cómo están todos estos cuatro días. Y Samper me interesa saber cómo está de aquí adelante, no anttes”.

También ha afirmado que las incorporaciones al equipo pueden llegar desde la cantera: “Cuando tengamos tiempo iré a ver a los filiales porque esa es parte de nuestro trabajo”.

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