Javier Hernández Cebrián, entre dos aguas

Podría decirse que Javier Hernández Cebrián es un hombre que vive entre dos aguas. Este regatista tinerfeño, deportista olímpico en los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012, aunque ya está retirado de la competición, compagina su faceta como entrenador internacional con la regencia de la Administración de Lotería ‘El Chicharro’.

Con un pie en el año 2020, cuyos Juegos acogerá Tokio, y aún con la resaca del Sorteo de Navidad, Javier Hernández cuenta cómo es su vida como entrenador y empresario. Y es que esta última faceta la adquirió en 2013, poco después de retirarse. Nada más hacerse con la administración, tomó la decisión de bautizarla, con el visto bueno del anterior gestor, como ‘Loterías El Chicharro’.

Su condición de deportista de élite ha sido de gran utilidad para Javier Hernández: “El deporte me ha hecho ser mejor empresario, pero intento aprender de cada decisión que hago en la empresa, así como lo hacía en el deporte”.

Una de las grandes decisiones que ha tomado este año que acaba ha sido cambiar la administración de ubicación a la Calle Bethencourt Alfonso 25 (antigua C/San José). Aunque arriesgada, Hernández Cebrián considera que esta elección es para mejor: “Siempre creí que funcionaría, porque daríamos a más personas y vecinos de Tenerife servicios de juego responsable como son las Loterías y apuestas del Estado y, por supuesto, la suerte de El Chicharro, que podría llegar a más vecinos estando en esta ubicación”.

A su palmarés como empresario ha añadido una medalla más en la nueva ubicación: un quinto premio. ‘El Chicharro’ repartió suerte en forma de 23 décimos del número 06293 del pasado Sorteo de Navidad. “Seguro que seguirá la racha en esta nueva ubicación, y que seguro nos ayudará a consolidarnos como administración referente en Canarias”, augura Hernández.

La frenética actividad en esta Administración no sólo se ha dado durante los días previos al Sorteo de Navidad, sino que también se extiende al Sorteo del Niño, para el que ‘El Chicharro’ confía seguir trabajando duro y continuar repartiendo suerte y magia.

Javier Hernández compagina sus dos actividades laborales con mucha pasión: “El secreto es que soy muy rutinario, y cada día, esté donde esté por ejemplo de vacaciones o en los Juegos Olímpicos, o como ahora, que estamos en plena campaña de Navidad, dedico parte de mi tiempo a ambos trabajos”.

A la aventura de gestionar ‘El Chicharro’ en 2013, a Javier Hernández se le sumó el reto de empezar una carrera como entrenador de élite. De esta forma, sus dos participaciones olímpicas en Pekín 2008 y Londres 2012 se ampliaron con su presencia en Río 2016 como entrenador de Corea del Sur y El Salvador.

A día de hoy, y con la inminente llegada de la cita de Tokio 2020, Hernández Cebrián está totalmente inmerso en el objetivo de estos Juegos, y se asegura asistir un año más con países como Corea del Sur, El Salvador y Guatemala, a expensas de añadir a la lista a los regatistas de Trinidad y Tobago y Montenegro, a los que también prepara.

Tokio 2020 serán los cuartos Juegos del tinerfeño y los segundos como técnico: “Estoy deseando que lleguen. Los atletas a los que entreno y entrenaré en los Juegos Olímpicos tendrán más madurez en esta cita y confío en pulir muchos detalles y ser tan competitivos como lo fuimos en Río 2016”.

Respecto a la visión futura y objetivos de cara a la competición, Javier Hernández lo tiene muy claro: “Llevarnos uno de los metales, pues en los anteriores juegos siempre hemos estado en la lucha por los primeros puestos”. Aunque el regatista también aporta una dosis de realidad: “Es verdad que para traernos un metal tiene que salir todo perfecto. Trabajamos y trabajo cada día para que eso se cumpla en Tokio 2020”.

“Después de Tokio veremos qué pasa, pero deseo estar mucho más tiempo en Tenerife con la gran familia que tengo y mucho Chicharro”, indica Hernández, que a todo lo dicho une el cargo de presidente de la Federación Insular de Vela.