López Garai, contra la maldición del técnico vasco

López Garai, durante un entrenamiento en el Tenerife Top Training

Luis Padilla (ACAN)

Santa Cruz de Tenerife —

No han tenido suerte los entrenadores vascos en la Isla. O eso dice la historia. Así, antes de que Víctor Moreno apostara por Aritz López Garai para dirigir al Tenerife 19-20, hasta siete técnicos llegados de Euskadi se sentaron en el banquillo del Heliodoro con un balance que no invita al optimismo: seis fueron destituidos y el único que no se marchó de forma precipitada lo hizo tras firmar un descenso.

O lo que es lo mismo, entre los múltiples factores que Moreno asegura manejar en cada una de sus elecciones, no parece que el elemento histórico tuviera peso al apostar por López Garai. Y eso deja al técnico de Barakaldo (Vizcaya) con el reto de superar la maldición que persigue a los preparadores vascos en el Tenerife, aunque es un paisano suyo, Javier Clemente, el único que no conoció la destitución en la Isla.

Eso sí, el exseleccionador nacional tampoco triunfó en el Heliodoro. De hecho, firmó el descenso del Tenerife 01-02 a Segunda División, aunque no fue, ni de lejos, el principal culpable de aquel fracaso. Así, Clemente cogió al equipo en la última posición a falta de doce jornadas en sustitución de Pepe Mel y lo mantuvo vivo hasta la última fecha, tras sumar cuatro victorias, dos empates y seis derrotas.

Los otros seis técnicos vascos que dirigieron al Tenerife fueron destituidos. Y el récord de permanencia lo tiene Xabier Azkargorta con poco más de once meses y un total de 41 partidos. Una trayectoria similar tiene Juanma Lillo, aunque duró diez meses y 31 encuentros. Ambos llegaron como revulsivos, cumplieron con el objetivo de lograr la permanencia y fueron cesados mediado el curso siguiente.

Menos éxito tuvo el pionero Ignacio Urbieta, destituido en el curso 59-60 tras quince partidos (14 de Liga) con una llamada telefónica a su domicilio durante las fiestas navideñas. Eso sí, duró más que Ignacio Eizaguirre (72-73) y Gonzalo Arconada (10-11), fichados en verano para un nuevo proyecto... y cesados ambos tras cuatro jornadas en lo que supone un récord negativo en la historia blanquiazul.

El último experimento con un entrenador vasco tampoco acabó bien. Etxeberria suplió a Martí avanzado el curso 17-18 y logró que el Tenerife soñara con los playoffs hasta que entró en barrena y despidió el curso con un triunfo en ocho jornadas. Y la situación no se enderezó tras el verano: seis partidos sin ganar, la eliminación copera y tres derrotas seguidas invitaron a cesar al técnico de Elgoibar.

En todo caso, Etxeberria es el único que presenta un balance positivo entre victorias y derrotas, aunque eso no evitó que su periplo en la Isla se saldara con un suspenso, por lo que López Garai tiene el reto de poner fin a la maldición que persigue a los técnicos vascos en el Tenerife. Y es que los entrenadores forjados en Euskadi han sido capaces de triunfar en todo el mundo... menos en el Heliodoro.

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