La obra del Palacio de Deportes, en el aire por el 'tijeretazo' de Zapatero
El pasado 9 de octubre -en el consejo de ministros que se celebró en Gran Canaria- el Gobierno de España aprobó el Plan Canarias, un proyecto estratégico que garantizaba una inversión de 25.000 millones de euros -durante 10 años- en el Archipiélago. Dentro de ese ambicioso propósito, el Ejecutivo nacional -en la página 69 del documento-, se comprometió -en el plazo de tres meses- “a promover, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), con las instituciones canarias competentes (junto a Cabildo de Gran Canaria y a Gobierno de Canarias) la definición de las cacterísticas de un pabellón de deportes en Las Palmas de Gran Canaria en el marco de la candidatura de la ciudad como sede del Mundobasket 2014 y el sistema de financiación del mismo”.
Casi siete meses después de aquella reunión del Gobierno central en las islas, los avances para la construcción del Palacio de Deportes de Gran Canaria han sido pocos, cortos y limitados: sólo el Cabildo de Gran Canaria -de todas las instituciones públicas implicadas en el proyecto- ha ejecutado alguno de los pasos marcados para iniciar la obra, ya que de la buena voluntad que recogía el Plan Canarias poco se ha vuelto a saber. Y esa situación de parálisis, junto al tijeretazo de José Luis Rodríguez Zapatero (presidente del Ejecutivo nacional) a la inversión pública -convertido en Decreto Ley para reducir el défict del Estado-, plantean ahora un panorama de máxima dificultad para la edificación del nuevo pabellón.
El pasado 6 de mayo, Luis Ibarra (consejero de Hacienda del Cabildo) entregó al CSD una copia del proyecto definitivo de la obra del Palacio de Deportes de Gran Canaria. La entrega del documento debía permitir que el organismo estatal empezara a definir -de manera concreta- su aportación económica para la edificación del nuevo pabellón y en la que, inicialmente, debía cubrir una tercera parte del total de los gastos previstos (25 de los 75 millones de euros). Sin embargo, las expectativas del plan variarion pocos días después, tras revelar Zapatero una relación de medidas para recortar el gasto público con el objetivo de reducir el déficit del Estado y que, entre otros aspectos (como el recorte en las nóminas de los funcionarios, la retirada del cheque bebé o la congelación de la pensiones), también afectaba a la inversión de la obra pública.
6.400 millones de ahorro en Fomento
El pasado 19 de mayo, José Blanco -responsable de la cartera de Fomento- explicó que el ministerio que dirige vería reducido su presupuesto para las inversiones en obra pública, durante 2010 y 2011, en unos 6.400 millones de euros. El dirigente socialista detalló que el impacto de este ajuste tendría “consecuencias en todo el territorio”, dado que obligará a “replantear todo el programa de inversión pública” en los cuatro próximos años para “reprogramar la mayoría de las inversiones que se están acometiendo y reconsiderar las que no son imprescindibles”.
Las explicaciones de Blanco, junto al silencio del CSD tras recibir la copia del proyecto definitivo de la obra del Palacio de Deportes, han generardo máxima preocupación, tanto en el Cabildo como en el CB Gran Canaria, ya que si los recortes afectarán a obras como la construcción de las líneas del AVE o de diferentes autovías (de máximo interés público), también se entiende que la edificación de un pabellón en Gran Canaria no se podría considerar como una prioridad y se podría ver incluida en una política económica de restricciones o de paralización.
Pero los problemas del proyecto no se quedan ahí, ya que el último revés para la construcción del Palacio de Deportes se conoció este este lunes y también llega incluido en el Decreto Ley aprobado por el Gobierno de Zapatero, que prohíbe a instituciones públicas, como ayuntamientos o cabildos, a solicitar créditos y aumentar su deuda a partir del 1 de enero de 2011. Con esa medida, el Ejecutivo pretende recortar el déficit de las pequeñas corporaciones y que liquiden parte de las deudas que ya tienen contraidas.