Primera derrota de la 'era Vidales'

La UD sufrió este sábado su primera derrota de la era Vidales en un partido en el que los amarillos merecieron mucho más premio y en el que de nuevo se antoja decisiva la actuación arbitral ya que por cuarta semana consecutiva los isleños se vieron perjudicados por el colegiado, en este caso el catalán Miranda Torres, que decretó un penalti dudoso por unas manos de Gerardo en el área y dejó de señalar dos bastante claros, uno por agarrón a Marcos Márquez en boca de gol y otro por un derribo a Saúl.

El primer tiempo la UD tardó en avisar más de lo habitual en los últimos encuentros. Ante Albacete y Córdoba la UD ya había avisado de sus intenciones antes del minuto 2. En esta ocasión no fue hasta el 6 cuando Gerardo envió alta una volea. Los amarillos achuchaban, pero no llegaban con claridad, con lo que la mejor manera de abrir el marcador era una jugada a balón parado.

Y así llegó el gol. Después de mucho tiempo sin saborear un tanto de falta directa por fin lo consiguió. Si hace dos semanas, frente al Córdoba, su lanzamiento se estrelló en la madera, en esta ocasión Nauzet Alemán ajustó su punto de mira a la base del palo que cubría Mora, que reaccionó tarde y sólo pudo recoger el esférico del fondo de su portería. Era el minuto 17.

Sin embargo, el Levante agradaba sobre el césped del Estadio de Gran Canaria. Con jugadores de gran movilidad los de Luis García Plaza intentaban llegar a los dominios de Santamaría. Así, el primero en avisar fue Geijo, que cabeceó mal un milimétrico centro de Jorge Pina.

Y en el minuto 32 llegó una jugada que se antoja clave en el resultado final. Nauzet saca un córner al primer palo donde peina Pablo Sánchez. Al borde del área pequeña Marcos Márquez remató incomprensiblemente fuera. Sin embargo, el Matador se levantó de inmediato solicitando penalti por un agarrón de Ballesteros. El árbitro hizo caso omiso pero el agarrón fue claro -como se puede apreciar en la primera de estas imágenes, el penalti, con la consiguiente expulsión, fue claro-.

Hasta el descanso ambos equipos iban a protagonizar jugadas de peligro, pero el Levante iba a empatar. En una jugada originada en una dudosa falta de Jorge, y tras varios rechaces, el esférico llega hasta Miguel Pérez que intenta bombear el esférico, que pega -aparentemente- en la mano de Gerardo. El colegiado no lo duda y decreta un penalti que transformó Rubén Suárez engañando a Santamaría.

En el inicio de la segunda parte la UD tuvo claras ocasoines para adelantarse. Primero tras una gran jugada de Pablo Sánchez que cabeceó Gerardo. El balón iba camino de la red cuando impactó en la espalda de Jorge, que reaccionó con prontitud metiendo un perefecto taconazo que dejó el balón al propio Gerardo, pero la maraña de zagueros lograron desviar su remate.

En el minuto 54 la ocasión fue para Darino, que cabeceó mansamente a las manos de Mora un perfecto centro de Dani López. El Levante esperaba su ocasión a la contra. Y en el minuto 63 Rubén Suárez, el mejor jugador sobre el césped, lanzó un impresionante trallazo desde casi 40 metros, que se fue a la escuadra. Tres minutos más tarde fue Marcos Márquez el que remató fuera por poco un buen pase de Jorge.

Y la polémica llegó de nuevo en el minuto 71 cuando Saúl encaró a dos adversarios y al entrar en el área cayó tras ser trabado. El penalti carecía claro, pero Miranda Torres dijo que siguiera el juego. Cinco minutos después llegó el mazazo que castigaba a una UD que no merecía la derrota. Rubén, quien si no, hizo una gran jugada, abrió a la banda y el preciso centro de Jorge Pina no lo marró esta vez Geijo.

El 1-2 era mucho castigo para el juego de los amarillos y Saúl, impreciso esta noche en los minutos de los que dispuso, remató tras un error de Mora y Cerra desvió con el hombro, aunque de nuevo se solicitó penalti. Al final, la derrota de la UD complica su situación en la tabla clasificatoria y deja a los amarillos en una situación delicada tras el excelente inicio de Javier Vidales como técnico isleño.

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