El Sevilla doblega al Steau gracias a su buen juego, pero acaba sufriendo
El Sevilla dio un paso en sus aspiraciones de clasificación para la siguiente ronda de la Liga de Campeones al vencer al Steaua de Bucarest (2-1) en un partido en el que los sevillistas reeditaron el juego que le llevaron a lograr sus éxitos en la competición continental, aunque al final pasaron algunos apuros por la incertidumbre del marcador.
Ni siquiera la suculenta prima (unos 30.000 euros por jugador) ofrecida por el presidente del Steaua, George Becali, fue argumento suficiente para que el conjunto rumano pusiera en apuros a un Sevilla que parece haber encontrado otra vez la línea de juego de la pasada campaña.
El temprano gol de Kanouté (m.5) dio seguridad y aplomo a un Sevilla que superó en todo momento a un Steaua de Bucarest que en ningún momento pareció ir a por el partido, y con unos primeros veinte minutos de juego brillante dejó el partido prácticamente resuelto.
Así, tras unos comienzos en los que el Steaua merodeó en las proximidades de Palop, el Sevilla encarriló pronto el choque en una jugada iniciada por Keita, con balón en profundidad a Diego Capel para que el extremo andaluz pusiera el balón, con centro medido, en la cabeza de Kanouté que -completamente desmarcado- colocó el 1-0 en el marcador.
Con un juego rápido y a veces brillante, el Sevilla puso el partido muy difícil al Steaua en el minuto 17. Balón en largo sobre Luis Fabiano -la defensa rumana pidió fuera de juego- y el brasileño, tras regatear al portero Zapata, marcó de tiro fuerte que ayudó un zaguero rumano en su ánimo de desviar la trayectoria.
Dominó a placer el Sevilla, pese a las buenas maneras -aunque sin efectividad alguna del Steaua- pero fueron los rumanos los que a los 34 minutos, tuvieron una buena oportunidad.
Dica conectó un remate de cabeza -tras dos saques de esquina consecutivos- pero el balón salió junto al poste derecho del marco de Palop quien, un minuto más tarde, pasó por otro momento apurado, en una indecisión de la cobertura sevillista que no supo aprovechar Ovidiu Petre, con balonazo por bajo y neutralización del meta local.
Sin embargo, el Sevilla pudo dejar resuelto el partido a cinco minutos del descanso, en un chutazo del malí Keita desde unos 35 metros, con balón que repelió el poste derecho del colombiano Zapata.
En el segundo tiempo el Sevilla, pese a que mantuvo un mayor control de la situación, quizás acusó el gran esfuerzo del primer periodo, mientras que el técnico del Steaua (Massimo Pedrazzini) arriesgó con salida a la cancha de Badea y Neaga.
Tras un aviso de Nicolita (m. 60), solo ante Palop, que se entretuvo demasiado, Ovidiu Petre aprovechó un contragolpe del Steaua -con indecisión del eje de la zaga sevillista- para poner un 2-1 en el marcador.
A los 66, Luis Fabiano, tras una jugada en la que se reclamó penalti por manos de un zaguero rumano, estuvo a punto marcar el 3-1 en balón junto al poste derecho del marco de Zapata.
Aunque el Steaua se acercó con más insistencia al marco de Palop fue el Sevilla el que estuvo más cerca de ampliar el marcador, como en las acciones de Luis Fabiano (m. 76) y Jesús Navas (m. 77), éste tras jugada personal.
Los últimos minutos fueron emocionantes porque a las intenciones y acercamientos del Sevilla ante el colombiano Zapata, el Steaua puso mas ambición en sus intentonas aunque sin demasiada convicción y ello le llevó a la tercera derrota que le deja prácticamente sin opciones en la Liga de Campeones.
Ficha técnica:
Sevilla (2)
Steaua de Bucarest (1)
Sevilla: Palop; Alves, Mosquera, Dragutinovic, Adriano; Jesus Navas, Poulsen, Keita, Diego Capel (Martí, m.84); Kanouté (Renato, m.70) y Luis Fabiano.
Steaua de Bucarest: Zapata; P.Marin, Goian, Rada, Emeghara; Surdu (Neaga, m.46), Petre, Croitoru, Dica (Bdea, m.46) , Nicolita; e Iacob (Zaharia, m.70).
Goles: 1-0: m.5, Kanouté. 2-0: m.17, Luis Fabiano. 2-1: m.62, Petre.
Árbitro: Roberto Rosetti (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Marin (m.6), Keita (m.31), Adriano (m.43), Croitoru (m.75), Zahaira (m.83).
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada del Grupo H de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 35.000 espectadores, de ellos un millar de seguidores rumanos.
