El Tau despide el año como líder de la ACB
El Tau Vitoria pasó muchos apuros para superar al Etosa Alicante gracias a un ajustado 72-74 que, al margen otras consideraciones, le ha valido para ocupar el liderato merced a la segunda derrota consecutiva del Real Madrid, víctima de un Pamesa que ganó 87-79 abanderado por el panameño Rubén Douglas (veintiséis puntos y siete de ocho triples).
Las bajas de Alex Mumbrú, Venson Hamilton y Raúl López pesaron mucho al bloque dirigido por Joan Plaza. Valencia es una cancha difícil en cualquier circunstancia y aún más desde la llegada del técnico griego Fotis Katsikaris, cuyo balance arroja cinco victorias en las seis últimas jornadas.
El Tau jugó con veinticuatro horas de adelanto sobre el cuadro madridista en una jornada que le reservaba premio si hacía los deberes. Apareció el viernes en casa y contra un enemigo, a priori, fácil. El Etosa Alicante fue cualquier cosa menos eso (74-72). Pese a todo, los vitorianos lograron lo que perseguían: llevarse el encuentro y meter presión a los blancos en la víspera de su complicada visita a La Fonteta.
Las veintiuna pérdidas de balón del conjunto alicantino influyeron decisivamente. El Etosa empató a falta de once segundos por medio de un triple del serbio Nikola Vasic (69-69) y repitió tras una exitosa tanda de tiros libres del también serbio Igor Rakocevic para el Tau y otra del estadounidense del Granada Larry Lewis (71-71).
Rakocevic repitió (73-71) y el francés Moustapha Sonko le secundó, pero con un error en el primer intento de una nueva serie desde la línea de personal (73-72). El turco Kaya Peker redondeó el marcador definitivo que premió un discreto partido de los alaveses con un valioso triunfo.
Por detrás, el Akasvayu Girona sacó rédito del resultado en Vitoria y del traspiés madridista. Tumbó fácilmente al Lagun Aro Bilbao en Fontajau (97-80) y ahora ocupa la tercera posición a un triunfo del Real Madrid.
El Caja San Fernando, bajo la dirección de un acertado Carles Marco y agarrado a la producción ofensiva del estadounidense Demetrius Alexander (veinte puntos), cortó una racha de cuatro derrotas consecutivas y regresa a puestos de acceso a la Copa a costa del Grupo Capitol Valladolid que, de acuerdo al baloncesto que desplegó en Sevilla, dispone de razones para conservar la esperanza (79-65).
La contienda por acudir a la Copa dejó algún cadáver ilustre por el camino. En concreto, el del Estudiantes. Sólo le valía ganar, igual que a su rival, el CB Granada. El bloque colegial arrancó bien, cogió ventaja y parecía en disposición de mantener abierta sus opciones coperas.
Sin embargo, se le colaron entre los dedos. El estadounidense Chris Borchardt, el jugador más valorado de la ACB, asumió el protagonismo ejercido de inicio por su compatriota Will McDonald, líder de anotación del campeonato, y los madrileños, por segunda temporada consecutiva, dijeron adiós al segundo título nacional en importancia (67-81). Ya suman seis derrotas seguidas.
El Polaris World Murcia también perdió el lejano tren copero que aún divisaba. El estadounidense Marcus Fizer ingresó veintinueve puntos en la cuenta murciana insuficientes para frenar a un DKV Joventut que, liderado por un campeón del mundo como Rudy Fernández (dieciocho puntos), se impuso por 77-89 y redujo las posibilidades coperas del conjunto entrenador por Manolo Hussein al mínimo.
El Unicaja, clasificado para la Copa como equipo anfitrión, pasa por otras urgencias. Desbancó por 61-77 a un equipo directamente involucrado en la pugna por mantener la categoría, el ViveMenorca, y dio un paso más hacia las posiciones de cabeza -marcha quinto-. Es decir, cumplió con su obligación mientras los demás dirimían asuntos que le son ajenos.
Lo mismo hizo el Gran Canaria Grupo Dunas. Los hombres de Salva Maldonado ampliaron a tres su serie triunfadora con un cómodo 86-73 frente al Bruesa GBC y dependen de si mismos para adjudicarse un puesto en la fase final copera del próximo febrero en el Martín Carpena malagueño. Los donostiarras bordean los puestos de descenso.
El Barça supera su primera final
Otro tanto puede decirse del Barcelona, que también respondió con solidez a una exigencia inminente.
Los azulgrana precisaban la victoria para continuar vivos en la quiniela de la Copa. Les hace la misma falta en los dos choques que cierran la primera vuelta, ambos en enero. De momento, despacharon al Fuenlabrada (78-60), que nunca ha ganado en el Palau, por una margen que amplia sus opciones clasificatorias, ya que cuenta con una diferencia de puntos frente a sus rivales directos por la clasificación que le favorece en posibles situaciones de empate.