La titularidad de Ronaldinho y Guti abre el debate en la semana del clásico
El brasileño Ronaldinho de Assis y el español José María Gutiérrez Guti, dos futbolistas que venían siendo fundamentales en el juego del Barcelona y del Real Madrid, han pasado de ser indiscutibles a prescindibles, de insustituibles a suplentes, y serán dos de las incógnitas del clásico del domingo.
A falta de cinco días para la disputa del que probablemente es el mejor partido que se puede ver ahora en Europa, la presencia de estos dos futbolistas no es segura. Ronaldinho ya no entra ni en las rotaciones. En Mestalla, vio el partido en el banquillo. Entraron Giovani y Bojan, pero él ni si tan siquiera calentó en la banda.
Y es que la vida le ha cambiado al Ronaldinho. El mejor jugador del mundo ha ido perdiendo ascendiente, en el Barça y con la selección de su país. Desde que apareció en los medios de comunicación su gusto por las salidas nocturnas más que por la exigencia del entrenamiento diario, el brasileño parece otro.
Mantiene sus números a base de su pericia en los lanzamientos de falta, pero no desborda como antaño, no firma ninguna fantasía y su envidiado cambio de ritmo es un recuerdo.
Rijkaard, amante hasta hace poco de alineaciones políticas, ya no puede permitir que su equipo falle más, especialmente fuera de casa, y por eso se ha dado cuenta de que tienen que jugar los que están en mejores condiciones. En ese grupo, no está Ronaldinho.
Otra cosa es si se va a atrever a dejar el próximo domingo a su estrella caída en el banquillo. El Camp Nou no es Mestalla, el Valencia no es el Real Madrid y Leo Messi no está. Esté bien, regular o mal, Ronaldinho es de los que siempre tienen alguna genialidad escondida, un golpe de efecto en un partido que acaba por decidirse en un pequeño detalle.
El que también ha perdido su sitio es Guti. Por primera vez en mucho tiempo, el centrocampista español fue incluido en el equipo titular desde el inicio de temporada por Schuster, algo que no hizo ninguno de los recientes entrenadores del Madrid, aunque al final acabaron rendidos a la calidad del jugador.
Pero la expulsión en Murcia, donde vio tarjeta roja por propinar una patada a un contrario, enfadado por haber recibido una falta, le ha devuelto al banquillo. Su suplencia la enmascara como una decisión técnica Schuster, que niega que sea un castigo.
Ese tipo de acciones de Guti, que a pesar de acumular años y de su cada vez más importante papel en el club -como capitán y uno de los símbolos de la cantera- sigue tropezando con la misma piedra, porque esta temporada ya no se puede decir que aparece en un partido y desaparece al siguiente.
Guti se perdió por sanción el encuentro ante el Racing y su sustituto, el brasileño Julio Baptista, tuvo una buena actuación, lo que le permitió seguir contando con la confianza del técnico alemán. También fue titular en Bilbao, frente al Lazio, y el pasado domingo ante Osasuna, a costa de Guti, y ha marcado un gol.
Pero lo cierto es que sin el genial centrocampista madrileño, el juego del Real Madrid es otra cosa: no genera peligro, no es dominador, no hay pases de gol imposibles y condiciona el éxito de las jugadas de ataque a inspiraciones individuales que, por otra parte, siempre surgen, lo que mantiene líder al Madrid.
Ronaldinho y Guti, dos futbolistas a los que todavía les queda que ofrecer, han perdido su sitio. Pero como grandes jugadores, se crecen en las grandes ocasiones y eso lo saben sus entrenadores. La temporada pasada, ambos participaron en los tres goles de sus equipos. En el clásico, si juegan, motivación no les va a faltar.
Messi: “El equipo no acusará mi baja”
El delantero del Barcelona Lionel Messi, que se perderá el clásico del próximo domingo ante el Real Madrid por lesión, da “por supuesto” que sus compañeros ganarán sin él, “pues el otro día se vio ante el Valencia que el talento de este equipo es grandísimo”.
“No creo que el equipo acuse mi baja”, ha señalado Messi, quien ha confesado que pagaría “muchísimo dinero” por poder enfrentarse al conjunto blanco, “porque es un partido importantísimo y más como viene la cosa, ya que ellos están por delante en la clasificación”.
Leo Messi se rompió en Mestalla el bíceps femoral de su pierna izquierda, una lesión que le tendrá entre cuatro y cinco semanas de baja, pero que no le ha impedido viajar a Zúrich para asistir a la gala de la FIFA como uno de los nominados a Mejor Jugador del Año.
El internacional argentino, cuyo recuerdo “más lindo” en su corta carrera profesional sigue siendo el hat-trick que le hizo la pasada campaña al Real Madrid en el Camp Nou, “en un partido que acabamos empatando a tres pero en el que fuimos siempre por detrás en el marcador”, recuerda que ya está acostumbrado a perderse partidos de esta trascendencia por lesión.
Hace dos temporadas, una dolencia similar, pero en el bíceps femoral de la pierna derecha (se lesionó ante el Chelsea días antes del clásico) le impidió medirse al conjunto blanco.
“Estar lesionado nunca es bueno y menos cuando llega un partido tan importante como éste, pero no es la primera vez que me pasa y, si Dios quiere, voy a tener más partidos como éstos. Lo importante es que me recupere rápido”, ha sentenciado.